Lo confieso: soy Marxista, marxista grouchista.

Cuando era joven me gustaba ver las películas de los hermanos Marx. Ese surrealismo del absurdo me arrancaba buenas y profundas carcajadas, de esas que cuesta tanto fabricar. ¡Cómo olvidar esas obras de arte en blanco y negro!

¿Cómo las voy a olvidar si ahora hay una vodevil político a todo color basado en su obra?

Al igual que con los Hermanos Marx todos los personajes actuales despiertan la atención esperando el chiste, la frase, el gesto. Groucho era el líder de todos ellos y, posiblemente, Mariano lo sea de los de ahora. Pero todos eran geniales… Esta es la diferencia con los de ahora.

Groucho era el líder de todos ellos y, posiblemente, Mariano lo sea de los de ahora

Nos quieren hacer tragar Sopa de ganso con sus razonamientos. Están siempre en Un día en las carreras (de sucesión) y permanente en el Hotel de los líos (C/ Génova) pared con pared con la Tienda de locos. De vez en cuando pasan Una tarde en el circo para hacernos reír o se Van al oeste a retarse en duelos de poder. Hace tiempo que dejaron su Amor en conserva y alguno cree que es el ombligo de La historia de la humanidad.

Antes sabíamos que todo era una historieta hecha para el cine. Lo malo es que ahora es real y pretenden ser nuestros gobernantes lo que francamente, no tiene ninguna gracia.

Lo confieso: no soy marxista marianista.