Tras los malos resultados obtenidos por el Plan VIVE, puesto en marcha el 29 de abril de 2008. Se ha decidido retirarlo y crear un nuevo Plan Prever. De esta forma vuelven las ayudas directas para la compra de vehículos. Se estiman en unos 1.500 euros para los turismos, 3.000 euros para los vehículos industriales y 500 euros para las motocicletas.

 Esta medida se produce, después del fuerte descenso de las ventas desde el inicio de la crisis económica, debido a las fuertes reticencias de las entidades financieras a otorgar créditos al consumo y a su elevado interés nominal. otro factor que contribuye al descenso acusado de las ventas, ha sido la poca flexibilidad que ha tenido este segmento a la hora de ajustar su oferta demanda, que no se ha movido más allá de los márgenes comerciales con los que pueden trabajar las distintas concesiones. Los últimos datos hablan de un fuerte descenso del 45,6 por ciento en las matriculaciones en abril.

Para intentar impulsar este sector, ya que en España el sector industrial depende en gran medida de las factorías de producción que subsisten en el país, en gran medida subvencionadas y financiadas con fondos públicos. El gobierno ha puesto en marcha en nuevo Plan Prever, que desde su inicio no ha hecho más que suscitar las quejas o reticencias de asociaciones de consumidores y opositores políticos.

Algunos de los problemas derivados de este nuevo plan de incentivo, son:

El hecho de que la ayuda directa a la compra del vehículo, se financiará de manera tripartita. El gobiero financiará un 25% de la ayuda, las propias casas automovílisticas un 50%, y el restante 25% se pretende que lo sufraguen las CCAA. Hecho que ya ha provocado reacciones en algunas Comunidades, que se niegan a participar de este Plan, y pretenden impulsar sus propias medidas, como es el caso de la Comunidad de Madrid, que no participará de momento y continuará con la deducción de un 20% en el impuesto de matriculación (a mi juicio, muy insuficiente).

Por otro lado, y relacionado con la ayuda directa, el hecho de que esta ayuda se aplique directamente en el momento de la compra, según muchos consumidores y asociaciones de consumidores, provocará que la ayuda se vea absorvida por una subida generalizada de los precios, como ya pasara cuando el gobierno lanzó la ayuda al alquiler de la vivienda.

Otra de las quejas más generalizadas es que mientras que el Plan VIVE, suponía un crédito sin intereses bajo una serie de condiciones y hasta un límite de 10.000€, lo que podría suponer un ahorro a los compradores de unos 3000€ en intereses, tal y como están ahora los préstamos. Con este nuevo plan se acabó con la financiación gratuíta, por lo que la ayuda parece ser menos que la que se preveía con el VIVE. 

La idea más generalizada entre los consumidores es que se debería mantener el plan vive pero eliminando las restricciones de acceso en cuanto al factor contaminante de los vehículos, ya que cualquier coche de más de 10 años contamina más que cualquier coche nuevo. Y además ayudar a la compra del coche con una ayuda directa pero que se gestion de forma externa a las propias concesiones para evitar subidas ilegitimas en el precio.

Porque en la forma en que se va a aplicar el plan prever, poco va a hacer para mejorar el estado de la economía automovilística o para incentivar el consumo.