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El Elche y su afición me han robado el corazón. Su equipo se dedicó a jugar al fútbol con maestría, recién ascendidos y sabiendo dibujarle una flor en la cara con rotulador a los galácticos merengues. Ramos debió ser expulsado en el minuto 32 de la primera parte. El sevillano había visto la primera tarjeta ya, y ni corto ni perezoso, conocedor de su impunidad sobre los campos españoles, se olvidó de la pelota para placar con la cadera al delantero rival. Muñiz comenzó a mostrar la desfachatez que luciría el resto del partido, perdonando la segunda amarilla al de Camas...y sacando una amarilla a un jugador contrario por protestar. Censura facciosa pura y dura. No sería la única tarjeta represiva. Hubo un penalti de Khedira (golpea con su rodilla la rodilla del contrario, impidiendo que se plantara solo ante el portero) igualmente impune, que también costó la amarilla al contrario por sus quejas. Podemos añadir una mano de Arbeloa cortando un centro al área. Solo repitieron la jugada una vez y al verse que había sido claramente mano (con las dos manos separadas del cuerpo) no repitieron más el video ni hablaron sobre el tema. Me quede con las ganas de ver si era dentro o fuera del área. Cuento con vosotros para eso. En esta jugada se contuvieron los del Elche para no verse más cargados de tarjetas. También se inventó Cristiano una falta donde le gusta rematarlas, con la complicidad del gominoso. Un gol para el Madrid...que no podía sacar el partido por si solo.
El problema principal para el sinvergüenza emisario de Florentino vendría en el descuento, cuando el grandioso Elche logró empatar en el descuento (minuto y pico habían pasado de los 3 totales). En ese momento Muñiz decidió que el partido no acabaría hasta que el Madrid ganara. Se cumplieron los tres y dejó seguir...hasta que pasado medio minuto, y en vista de la incapacidad blanca para aprovecharse de las ventajas, decide reírse de los espectadores españoles al señalar como penalti una sarcástica burla donde Pepe tira del brazo a un defensor del Elche y lo arrastra con él al suelo. Entonces el público comenzó a cantar "Así, así, así gana el Madrid". Cristiano celebraba como un mono gladiador su tanto y su victoria forjada en el amaño. Muñiz utilizó el tumulto para expulsar a un jugador del Elche, al entrenador...y perdí la cuenta. Un equipo pequeño más que odiará al Real Madrid para los restos, y a Cristiano como estandarte del payasismo patrio-luso. Por cierto, desde el minuto 38 de la segunda parte aproximadamente, como también ocurre con frecuencia, no existían las faltas en contra del Madrid.