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ÚLTIMAMENTE leo y escribo basta en la cocina. Hoy, por ejemplo, estaba terminando una extraordinaria novela de G. Simenon, La nieve estaba sucia (Acantilado, 2019). El olor a fruta lo envuelve todo, el melón se convierte en un perfume envolvente y comienzo a recordar ya el verano próximo, el que no haya, el que siempre es el mismo de la memoria de niño. ***
No todo es brillante en Byung-Chul Han, La desaparición de los rituales . Cuando en el capítulo "Imperio de los signos" reflexiona sobre la poesía percibe, el lector avezado, que el autor aborda el asunto desde una visión erróneamente política: no hay mercancías ni lenguaje trabajador, ni lujos o excesos, ni pobreza ni excedentes en la poesía. Entender así la poesía es referirse a la no-poesía. *** Para ejercer en lo público debes desgajarte de lo íntimo; para pensar en público has de dejar de ser en vivo; para escribir de sangre y púrpura no existe más allá que la concordia de tu corazón.
*** Solo la música anida en la consciencia sin idiomas.
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En tanto que somos fugaces pervertimos los días en bullicio.
*** Tiene la humedad en sus surcos el aroma profundo del mar en el vacío.
*** Están los pájaros revueltos con la levedad de la mañana y mi corazón concorde a la claridad del sur.
*** En el hospedaje de la soledad el trino es de los dioses.
*** Está el arrogante, que termina onanista; el intrépido, que vive de los aledaños; el narcisista, todo fue su yo; el holograma de Bartleby, el que copia de los demás... Sucedáneos y versiones humanamente tristes de ser escritor...porque los poetas suenan en el silencio de su obra.