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Robert Rauschenberg (1925-2008) poseía la habilidad de reutilizar objetos que otros desechaban, otorgándoles una segunda vida. En Gluts, 1986-95, su última serie de esculturas, el artista ensambló objetos de metal, tales como señales de tráfico, tubos de escape, rejillas de radiadores o persianas, creando unidades integrales donde el todo es más que la suma de las partes. El Museo Guggenheim Bilbao mostrará desde el próximo sábado 60 obras de la mencionada serie de esculturas y pinturas sobre metal.
Mediante estos ensamblajes de metal, Rauschenberg pretende realizar una crítica de la situación económica de su Texas natal, en un momento de crisis motivado por los excedentes de petróleo (glut en inglés) en el mercado. "Vivimos en una época de excesos. La avaricia es ilimitada", explicó el propio artista refiriéndose a sus Gluts.
Gran dimensión y complejidad
La muestra de Bilbao incorpora esculturas de gran dimensión y complejidad, evidenciando la monumentalidad de estos ensamblajes, al mismo tiempo que atestiguan la particular dinámica entre lo escultural y lo pictórico que siempre ha caracterizado a este gran artista estadounidense, a quien el Museo ya le dedicó una amplia retrospectiva en 1998-99.
La vinculación de Rauschenberg con el Museo Guggenheim Bilbao va más allá de aquella retrospectiva, ya que estuvo presente en la inauguración del museo en 1997 y volvió para la apertura de la exposición dedicada a su amigo James Rosenquist, además de que el centro bilbaíno posee en su colección permanente su mayor serigrafía en blanco y negro: Barcaza.
Bilbao. Robert Rauschenberg: Gluts. Museo Guggenheim Bilbao.
Del 13 de febrero al 12 septiembre de 2010.
Comisarios: David White y Susan Davidson.