El tirano Fidél se deleitó, durante aproximadamente cincuenta años, decidir desde su despacho; quienes viven y quienes mueren en Cuba. Parece ser que pensar distinto, para esta clase de persona, es un delito muy grave y se paga con la muerte, la cárcel o la pérdida de todos sus derechos.

No parece inquietar esta clase de conductas a ciertos gobernantes que se llenan la boca cuando hablan de democracia, tal es el caso del expresidente Néstor Kirchner, defensor de los derechos humanos, quien a los pocos meses de asumir el poder en Argentina, ¿Adivinen a quien invitó para dar un discurso a los jóvenes argentinos en la facultad de derecho?

Adivinó, a Fidél, quien nunca había tenido una buena relación con el fundador del peronismo: Juan Domingo Perón. Es más; en cierto modo la juventud peronísta de la década del setenta era cómo un antídoto contra el comunismo en Argentina, la mayoría de los jóvenes se inclinaban al peronismo y no al marxismo.

¿Que hacía Fidél arengando a nuestros jóvenes? preguntemoslé a Néstor, tal vez él no estaba enterado de los crímenes cometidos por el líder cubano, o quizá en lo más recóndito de su ser anhelaba ser el Fidél de Argentina.

¿Será por eso que para un gobierno cómo el de Cristina y Néstor los que piensan diferente u opinan distinto, son considerados unos traidores y golpistas? ¡Claro con esa excusa podemos matar a todos! Al fin, lo hacemos por amor a la patria; pero ¿Que pátria? ¿La de Fidél?

¿Que pasa en Cuba? ¿Hasta cuando estarán esas personas sometidas a un régimen perverso, obligadas a vivir cómo en la edad media? ¿Quien es Fidél? ¿Quien Raúl? ¿Acaso los dueños de las almas?

Ya son notorias en todo el mundo sus mentiras, ¿Quien no sabe lo que pasa en Cuba? Sus ciudadanos ni siquiera tienen derecho de dejar el país y regresar cuando les plazca como sucede en cualquier parte del mundo. Los despojan de todos sus bienes si deciden dejar Cuba, de manera que ya nunca más podrán volver y si lo hacen, lo harán cómo mendigos por que no les quedó nada.

Sin embargo; personas cómo Chavez, Correa, Kirchner, y otros; los aplauden.