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Se ha dirigido al parlamento erigiéndose en cuasi presidente, desde su posición europeísta, reformista y conciliadora con la derecha emergente, recordando a su ala izquierda que es el tiempo del mestizaje, ante la falta de mayoría
Se ha dirigido al parlamento erigiéndose en cuasi presidente, desde su posición europeísta, reformista y conciliadora con la derecha emergente, recordando a su ala izquierda que es el tiempo del mestizaje, ante la falta de mayoría.
La llamada al mestizaje tuvo su punto álgido cuando llamó a tender puentes con los catalanes y recordó que no hay una mayoría de izquierdas, dejando claro que el acuerdo con Ciudadanos es la salida menos mala, para cerrar la posibilidad de un gobierno (PP-Ciudadanos y otros) de derechas, al que no está dispuesto el PSOE.
Sánchez, hace una difícil piruetea, al dejar descolgado al PP de un posible pacto con Ciudadanos y poner en un serio aprieto a Podemos, que tanto cacarea una nueva transición.
El resto del arco parlamentario español sigue jugando al "postureo" como respuesta a una iniciativa valiente, que les deja descolocados y "sin novia" ante una nueva situación, que parecen no saber asumir.
Pedro Sánchez arriesga hasta el límite, en su pacto con la derecha emergente, con un paquete de propuestas políticas que dan en mayor o menor medida respuesta a muchas de las reivindicaciones del 15M, algo que no supo hacer Alfredo Pérez Rubalcaba en su momento.
Deja contra las cuerdas a la Vieja Guardia del PSOE, que viene propugnando el gran "Pacto Nacional" con el PP y abre las puertas a la nueva transición que parecen reclamar los electores.
Como todo lo que es nuevo, no tiene porqué coincidir o casar con lo viejo, y en este sentido deja descolocados a sus adversarios por la derecha y por la izquierda.
La política es el arte de lo posible
Matteo Renzi, ha quedado eclipsado por la audacia y la tenacidad de Pedro Sánchez que se ha atrevido a convocar una alianza por la Europa social y una reforma de la política migratoria europea, en una clara apuesta de corte progresista.
Algo que al partir de una organización como el PSOE no suena al manifiesto posibilista de Podemos y hace más creíble la posibilidad de una alianza de los trabajadores en la Europa comunitaria, en un momento clave para la UE.
El discurso de Pedro Sánchez ha sido el discurso de la política de lo posible frente a la política de lo irreal.
No se trata d tener buenos deseos, se trata de alcanzar acuerdos que hagan posibles los cambios que demanda la sociedad española sin producir estridencias que sacudan a una sociedad ya de por si debilitada por la situación económica.
Otra cosa será la concreción y los resultados de sus propuestas, que en buena medida van a depender de que alcance la envestidura.
Pero de momento ha tenido la valentía de asumir el encargo y de presentar un programa de gobierno que no se puede tachar de derechas y que lejos de ello tiene tintes claramente progresistas.
No es el café para todos, pero sí que ha presentado un programa de gobierno creíble y serio asumible por amplios sectores de la sociedad.
Y de eso es de lo que se trata, sin no hay investidura, la propuesta está en la mesa para que la valoren los electores dentro de dos meses.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro