Con su impronta de fútbol físico, intenso y ofensivo el entrenador escocés ha situado al Manchester United en el nivel más alto de la pirámide del fútbol mundial, desde que hace veintitrés años se hiciera con las riendas del club inglés. A lo largo de todo este tiempo ha dejado patente que la disciplina y el trabajo son los cimientos sobre los que asienta su filosofía futbolística, pero como toda regla tiene su excepción, Eric Cantona fue el grano que le salió en el trasero al técnico de Glasgow, quien a partir de ahí, ha ido acentuando su imagen de ogro autoritario que sanciona con severidad cualquier conducta que transgreda este principio -que le pregunten a Cristiano Ronaldo por cuántas libras le salió hablar por el móvil en un entrenamiento-.

La velocidad es la consigna de ataque de los red devils, anteriormente la representaban Dwight Yorke y Andy Cole -inolvidables-, actualmente el crack portugués y Rooney acompañados por el argentino Tévez, la mayor parte de encuentros y el coreano Park, descubrimiento éste del propio sir Alex, a quien incorporó al Manchester no sólo por su velocidad endiablada y su rigor táctico, sino también por motivos de mercado y de incrementos de audiencia en la zona asiática.

A pesar de que lo que prima es el trabajo, el viejo entrenador no le hace ascos a la calidad, Beckham fue una apuesta personal, incorporó en su día a Verón, esquisito centrocampista a quien una lesión le cerró las puertas a la continuidad, hoy el brasileño Anderson, Scholes, Giggs, Nani, y sobretodo Berbatov.

El Manchester es un equipo de vocación ofensiva

El Manchester siempre mira hacia adelante, es su principal vocación, pero cuando es necesario defienden con tanta o más intensidad, si cabe, que atacan; en esta labor es el serbio Ivic el bastión casi inexpugnable de la retaguardia, acompañado por Ferdinand - duda hasta hoy para la final-. La disposición táctica de Ferguson cuando echa al equipo atrás es la de un 4-1-4, formando los jugadores dos líneas muy coordinadas y altamente agresivas, recuérdese en este sentido el partido de semifinales de la pasada Champions en el Nou Camp, en el que el Barcelona dispuso de una posesión abrumadora, pero no tuvo apenas de oportunidades.

Todo este concepto futbolístico ha reportado al Manchester United, en la era de Ferguson, 11 premiers, 3 FA cup, 3 Carling, 2 intercontinentales, 2 champions y 1 Recopa de Europa, entre otros. Así que puede que resulte frívola la imagen de compulsivo mascador de chicle con los carrillos rubicundos que suelta improperios arrogantes en las ruedas de prensa, pero Alexander Chapman Ferguson es un inteligente y esforzado triunfador.