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La víctima es el inspector Eduardo Puelles García, de 49 años y dedicado a la lucha antiterrorista | El atentado se ha perpetrado en un párking de Arrigorriaga
Estado en que quedó el vehículo que explosionó en la calle Santa Isabel del municipio vizcaino de Arrigorriaga / EFE / Alfredo Aldai
ETA ha cometido su primer asesinato tras la llegada a la lehedakaritza del socialista Patxi López y en lo que va de 2009. El inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles García ha muerto por la explosión de una bomba lapa colocada bajo su coche en el término municipal de Arrigorriaga, en Vizcaya, confirmaron fuentes de la investigación.
El vehículo estaba estacionado en un párking al aire libre en la calle Olatxu del barrio de Santa Isabel cuando explotó un artefacto colocado en los bajos. Como consecuencia de la deflagración otros cinco coches estacionados resultaron incendiados pero el fuego fue rápidamente sofocado por los bomberos. La bomba estaba compuesta por entre kilo y medio y dos kilos de explosivo y colocada junto al depósito de combustible, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
La explosión se produjo en el momento en el que el inspector puso en marcha su vehículo para dirigirse al trabajo. El cuerpo quedó totalmente calcinado dentro del vehículo, que tenía placas reservadas por pertenecer a un miembro de las Fuerzas de Seguridad.
Pueyes García, de 49 años, natural de Barakaldo, casado y con dos hijos, estaba destinado en la Brigada de Información de Bilbao que se ocupaba de la lucha antiterrorista. Ingresó en 1982 en el Cuerpo Nacional de Policía, en 2002 ascendió a inspector y estaba preparando su ascenso a inspector jefe.
Su viuda y sus dos hijos tuvieron que ser evacuados al hospital de Basurto para ser atendidos por el estado emocional en el que se encontraban tras conocer la noticia del atentado. La mujer fue quien alertó de que podría ser su marido el fallecido. Patxi López y el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se trasladaron al hospital para mostrar su apoyo a la viuda y a los hijos.
Al lugar del atentado se desplazaro autoridades y dirigentes políticos vascos como el consejero de Interior, Rodolfo Ares, el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, o el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. El lehendakari, Patxi López, ha convocado para mañana una manifestación a las seis de la tarde en Bilbao.
Tras tener noticia del atentado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, canceló el encuentro bilateral que tenía previsto con el primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt y abandonó la reunión del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas para regresar a Madrid. El presidente está siendo informado permanentemente por Rubalcaba.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, se mostró convencido de que la derrota de ETA está “más cerca que nunca” y anunció que su partido suspende el acto que tenía previsto celebrar mañana en Valencia. Las principales autoridades del país y los partidos políticos han expresado su firme condena del atentado.
Eduardo Puelles era "un buen policía, un buen vasco y llevaba a sus espaldas 16 años de experiencia en Información" en la lucha contra el terrorismo, son palabras del secretario nacional de comunicación del Sindicato Profesional de Policía, José Antonio Calleja, sindicato al que estaba afiliado Puelles desde hacía tiempo.
El asesinato del inspector es el primero que comete ETA desde que en diciembre mató al empresario guipuzcoano Inaxio Uria. El anterior atentado mortal contra agentes del Cuerpo Nacional de Policía tuvo lugar en mayo de 2003 en Sangüesa (Navarra), cuando fueron asesinados Bonifacio Martín Hernando y Julián Envit Luna.
Con esta muerte son dos los agentes del cuerpo de policía asesinados por ETA en el barrio Santa Isabel de Arrigorriaga. El 20 de mayo de 1986, miembros del 'comando Vizcaya' acabaron con la vida de Manuel Fuentes Pedreira. El agente había acabado de jugar un partido de pelota y se sentó en las gradas para descansar cuando dos miembros de ETA se acercaron por la espalda y le dispararon en la cabeza a bocajarro.
Precisamente hoy se cumplen 22 años de la matanza etarra en el Hipercor de la Avenida Meridiana de Barcelona, que causó 21 muertos y heridas a 45 personas.