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La extrema derecha sacudió este domingo los estamentos de la Unión Europea, liderada por un Frente Nacional que provocó un seísmo político en Francia al convertirse en la primera formación del país en las elecciones europeas.
El Frente Nacional de Marine Le Pen logró una victoria histórica obteniendo un 25, 65% de los votos, por delante del partido conservador UMP (20, 6%) y relegando al Partido Socialista (en el poder), que sólo logró 13, 9%, al tercer lugar.
Esta es la primera vez que el Frente Nacional encabeza una elección a nivel nacional y supera el 20% de los votos. Podría enviar entre 23 y 25 diputados al Parlamento Europeo sobre los 74 que corresponden a Francia.
"Es un resultado histórico. Somos ahora el primer partido de Francia", indicó Florian Philippot, vicepresidente del FN.
De inmediato el FN pidió la disolución de la Asamblea Nacional francesa, dejando en evidencia la confusión entre las cuestiones nacionales y europeas de esta elección marcada tradicionalmente por una alta abstención y en la que los que acuden a las urnas lo hacen, en parte, para ejercer un voto castigo al gobierno nacional.
Siguiendo los pasos del FN, la formación británica antieuropea y antiinmigración de Nigel Farage, el Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP, ultraderecha), logró la victoria en las elecciones europeas.
"El UKIP va a ganar estas elecciones y sí, será un terremoto porque nunca en la historia de la política británica un partido insurgente había ganado en una elección nacional", había dicho Farage.
En total, obtuvo el 27, 5% de los votos y 23 eurodiputados.
- Fragmentación de grupos -
Según las proyecciones adelantadas por el Parlamento Europeo el equilibrio de fuerzas se ve modificado en el nuevo hemiciclo, a favor de una fragmentación de los grupos políticos.
Los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) totalizan 212 escaños seguidos por los socialdemócratas con 185 y los liberales que suman 71 bancas.
En este nuevo Parlamento de 751 escaños, los partidos antisistema, antieuropeos y de extrema derecha que figuraban como no inscritos en la legislatura saliente o no tenían representantes, suman 143 bancas, según las proyecciones.
Entre estos figuran el Frente Nacional francés, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) o el Partido de la Libertad (PVV) holandés, que ya tenían eurodiputados pero que no formaban parte de ningún grupo político, para lo que se necesitan como mínimo 25 eurodiputados de siete nacionalidades. Estos representan 40 bancas.
Los que no estaban representados, como el movimiento antisistema Cinco Estrellas de Beppe Grillo, el partido Alternativa por Alemania (AfD, antieuro) o Amanecer Dorado de Grecia (neonazi), fueron colocados por el Parlamento bajo la etiqueta "otros", que suman 67 escaños.
Estos podrían formar, si logran entenderse, un nuevo grupo político, pero las principales fuerzas políticas, los conservadores y los socialistas, junto con los liberales, continuarán dominando en el hemiciclo.
- País por país -
En Alemania, país que envía el contingente de diputados más numeroso (96), los conservadores de la CDU/CSU llegan primeros con 36%, según los sondeos a boca de urna. El partido antieuro AfD, creado en la primavera boreal de 2013, alcanzó 6, 5% de los votos, y el partido neonazi NPD lograría enviar un diputado, un hito en la historia de la Eurocámara.
En Austria la extrema derecha del FPÖ, que espera formar un grupo con el FN francés, llegaba en tercera posición, con 19, 9% de los votos, en alza de cinco puntos con respecto a 2009, detrás de los democristianos y los socialdemócratas en el poder.
En Dinamarca, el Partido del Pueblo (antiinmigración), se impuso con 23% de los votos, en tanto que en Polonia, el pequeño partido antieuropeo KNP logró 7, 2% y podría enviar cuatro diputados.
En Hungría los comicios estuvieron dominados por el partido conservador Fidesz de Viktor Orban, mientras que la extrema derecha Jobbik llegó en segundo lugar.
En Grecia, país azotado por la crisis económica y las medidas de austeridad impuestas por Bruselas, el partido de izquierda radical Syriza registra un ligero avance (26% a 30%, 6 escaños) frente a la derecha Nueva Democracia (ND) del primer ministro Antonis Samaras (23% a 27%, 5 escaños), mientras que Amanecer Dorado, con 9 a 10% podría enviar tres diputados.
En España las dos formaciones más importantes del país, el Partido Popular (derecha) y el opositor Partido Socialista (PSOE) sufrieron un espectacular retroceso en estas elecciones, marcadas por la irrupción de nuevos partidos.
El PP obtuvo 16 escaños, ocho menos de los que tiene actualmente, y el PSOE consiguió 14 eurodiputados, nueve menos de los logrados en los últimos comicios, perdiendo terreno ante pequeñas formaciones, principalmente de izquierdas, como Podemos, surgido del entorno del movimiento de los indignados que logró 5 eurodiputados.
La formación antisistema italiana, Cinco Estrellas, liderada por Beppe Grillo, quedó por detrás del Partido Demócrata (centroizquierda) del jefe de gobierno Mateo Renzi. La izquierda también ganó en Rumania y en Portugal. Contabilizado el 75% de los votos, la formación de Renzi obtuvo el 41, 5% de los sufragios.
En Gran Bretaña, el UKIP, antieuropeo y antinmigración, dinamitó el tradicional bipartidismo. El extremista Partido para la Independencia del Reino Unido logró el 27, 5% de los votos y 23 eurodiputados con los votos ya totalmente contados en Inglaterra y Gales.
Los laboristas de la oposición consiguieron 25, 4% de los votos y 18 eurodiputados (+7), los conservadores en el gobierno obtuvieron 23, 9% de los votos y 18 eurodiputados (-7). La abstención fue del 64%.
La participación, que desde hace semanas se anunciaba en baja, fue levemente superior a la de 2009, con una media de 43, 11% en toda la UE.
Frente a estos resultados el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió a los partidos pro europeos que se unieran.
Barroso consideró "muy importante" que las fuerzas políticas "representadas en la Comisión", es decir los conservadores, los socialistas y los liberales "hayan ganado nuevamente", y agregó en un comunicado que una "mayoría sólida es posible".
- Cinco aspirantes a presidir la Comisión -
Pasados los comicios, se llevará a cabo la elección del nuevo presidente de la Comisión Europea, el poder ejecutivo comunitario.
Los jefes de Estado y de gobierno nombran al candidato a presidir la Comisión, que debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo.
Desde 2010, luego del Tratado de Lisboa, los mandatarios de los 28 países de la UE deben tener en consideración el equilibrio de fuerzas en el Parlamento antes de nombrar al presidente de la Comisión.
Por ello, y en un afán por "personalizar" las elecciones y movilizar a los votantes, algunos grupos políticos del Parlamento saliente designaron a sus candidatos, entre ellos el ex primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker (PPE), el actual presidente del Parlamento europeo, el alemán Martin Shulz (socialdemócrata) y el ex jefe del gobierno belga Guy Verhofstadt (liberal).
Pero dada la fragmentación política que habrá en el nuevo Parlamento y la ausencia de una clara mayoría de diputados, los jefes de Estado podrían verse tentados de designar un candidato externo.