Dead Snow sigue con bastante fidelidad el arquetipo de una película de terror al uso; un grupo de amigos se dirigen a un lugar aislado a pasar unos días de asueto donde tendrán un desagradable encuentro con las fuerzas del mal.

Dentro de este arquetipo, sin embargo Dead Snow nos añade algunas novedades. Para empezar los protagonistas, en este caso un grupo de estudiantes de medicina, no se las verán con sus enemigos en un cementerio, un centro comercial o una tétrica ciudad sino en unas hermosas montañas nevadas en Oksfjord, Noruega. Otra novedad es que los zombis del film tienen la peculiaridad de que son, además de muertos vivientes, nazis. Lo que supone el no va más de la maldad.

El director de la obra, Tommy Wirkola, homenajea cintas de terror de los años 80 como Braindead (uno de los protagonistas lleva una camiseta con el cartel de la película) u otras obras también ochenteras (el mismo personaje cita la frase “fortuna y gloria” perteneciente a la Saga de Indiana Jones).

El argumento es muy simple: mientras los jóvenes disfrutan de la naturaleza y de la mutua compañía son víctimas de un ejército nazi de zombis que están “atrapados” en la zona desde la Segunda Guerra Mundial debido a una maldición vinculada a un tesoro que robaron en vida muy similar a la que sufren los bucaneros de la trilogía Piratas del Caribe.

En todo momento el film combina escenas de terror con momentos realmente hilarantes. Quien esto suscribe cree que Dead Snow es una de las películas que provocaron más carcajadas, además de ser una de las más aplaudidas, de todas las que pudo ver durante el festival.

Los protagonistas, en medio de las situaciones más atroces, son capaces de hacer o decir algo que provoca la risa. Eso sin contar con las escenas que provocarían terror si no resultaran tan cómicas; por ejemplo, en una escena uno de los personajes evita caer por un precipicio… sujetándose al intestino delgado que sobresale del abdomen de uno de los monstruos como si de una cuerda se tratara. Todo ello no quita que haya momentos del film que son, sin más, totalmente aterradores.

Dead Snow gustará a cualquier aficionado del género no teniendo nada que envidiar a otras películas americanas del mismo estilo como la reciente Zombieland que también se ha dado a conocer en Sitges 2009. Por ello debemos cruzar los dedos a la espera de que la primera película de zombis hecha en Escandinavia llegue algún día a nuestras pantallas.