“ El suceso más grande de la historia del cine de terror” . La frase no está estampada en un viejo afiche de El exorcista ni formó parte de la campaña publicitaria de películas como El juego del miedo o La llamada, sino que es la declaración alrededor de la cual gira la promoción de Actividad paranormal, la película que se estrena el próximo jueves y de la que todo el mundo habla. Los rumores no provienen de la obligación de honrar el pomposo enunciado, sino por el hecho de que A.P. presenta otro caso de inversión mínima y ganancia infinita, como en su momento lo fueron El proyecto Blair Witch o, en otro género, El mariachi.

Su director y guionista, el israelita radicado en USA Oren Peli, jura y perjura que sólo gastó 15 mil dólares en filmar en video las 70 horas que, reducidas a una y media, le abrieron las puertas de la gloria. Para colmo, el hombre no utilizó decorados ni estudios (filmó todo en su propia casa) y tampoco recurrió a un arsenal de colaboradores (trabajó sólo con tres personas) o a actores conocidos para su realización.

Lo que para el hasta ahora desconocido realizador resulta más difícil de explicar es el tránsito que supone transformar esa cantidad – que para los presupuestos hollywoodenses podría corresponder a, digamos, los gastos de catering de un film barato– en los 140 millones de dólares que la película lleva recaudados en Estados Unidos y los más de 100 que ya acumuló en el resto del mundo.

Jura y perjura que sólo gastó 15 mil dólares en filmar en video las 70 horas que, reducidas a una y media, le abrieron las puertas de la gloria

Hoy, el film protagoniza – como la citada Blair Witch Project– un fenómeno que debe su éxito a la multiplicación de plataformas de salida y al supuesto carácter documental del registro (ver recuadro). Una mezcla en la que tallaron factores varios: los numerosísimos comentarios aparecidos en internet – en donde Peli se encargó de diseminar una primera versión del film, distinta de la que se estrenará aquí y que es la que aún sigue dando vueltas por la web en calidad DVD– , el aura que tiene todo aquello que remita a “ material real hallado en los lugares del acontecimiento” y la inesperada participación del mismísimo Steven Spielberg, que dio su aprobación final para que Paramount le pagara a Peli 330 mil dólares por la película. Spielberg se entusiasmó tanto que hasta aportó la idea para el desenlace con el que se encontrarán los espectadores locales a partir del jueves.

La historia no podría ser más simple: una pareja que acaba de mudarse a una cómoda casa en San Diego decide averiguar de dónde diablos provienen los extraños ruidos que se escuchan allí, sobre todo cuando ellos están durmiendo. Con ánimo de saber si se deben a una presencia demoníaca o se trata de una simple sugestión, los tórtolos deciden instalar una cámara en su habitación, que filma durante toda la noche aquello que supuestamente sucede mientras ellos descansan.

Los resultados de esa investigación casera – la película misma– no conviene revelarlos aquí, aunque sí puede asegurarse que la película no sólo ha logrado cautivar a buena parte de la crítica (promedia casi 70 puntos sobre 100 en el sitio Metacritic.com) sino también ha empujado masivamente a los espectadores a un festival de terror que linkea directamente con los miedos más primitivos. En otras palabras, que la cosa, por muy poco que haya costado pergeñarla, mete miedo en serio.

Fuente: www.criticadigital.com/