La fortuna acumulada de los 200 empresarios más ricos de Rusia, cuantificada en dólares, cayó un 15% el año pasado, según la clasificación anual de la revista Forbes, encabezada por primera vez por Vladimir Potanin.

Las sanciones occidentales por el papel de Moscú en el conflicto ucraniano y la caída de los precios del crudo se han traducido en un derrumbe del rublo respecto al dólar (-40%), y del índice bursátil moscovita RTS (-30%), dos factores que afectan de manera directa al patrimonio de los oligarcas.

"La fortuna acumulada de los 200 empresarios más ricos de Rusia ha disminuido en 73.000 millones de dólares", pasando de 481.000 a 408.000 millones de dólares, y "el número de milmillonarios en dólares ha disminuido de 111 a 88", informa la revista estadounidense en su edición rusa.

Algunos oligarcas cercanos al poder y afectados directamente por las sanciones han perdido mucho, como Guennadi Timchenko (energía, banca), cuya fortuna se redujo en 4.600 millones de dólares, a 10.700 millones.

Arkadi Rotenberg (construcción) perdió 2.600 millones, quedándose con un patrimonio de 1.400 millones, y su hermano Boris perdió 750 millones, con lo que tiene ahora una fortuna de 950 millones de dólares. Yuri Kovalchuk, activo en la banca, perdió 750 millones de dólares y su patrimonio se estima ahora en 650 millones.

No obstante, matiza Forbes, "la crisis no ha afectado a todo el mundo", ya que 37 empresarios aumentaron su fortuna. "En plena crisis, los del sector metalúrgico y los poseedores de bienes inmobiliarios comerciales parecen ir mejor que los demás", comenta la revista.

Vladimir Potanin, uno de los principales accionistas del grupo minero Norilsk Nickel, incrementó su fortuna en 2.800 millones de dólares, convirtiéndose así en el hombre más rico de Rusia, con una fortuna de 15.400 millones.

Potanin, de 54 años, que fue viceprimer ministro a finales de la década de 1990, aprovechó el aumento de la capitalización bursátil de Norilsk, que se está recuperando después de varios años difíciles.