La huelga de trenes se acerca a su fin en Francia, donde las asambleas generales de ferroviarios votaron la reanudación del trabajo en muchas regiones, tras diez días de paro laboral, pero otro sector, el de la cultura, está en conflicto y en los próximos días se anuncian otros movimientos sociales.

Tras diez días de huelga, los ferroviarios votaron el cese de la medida de fuerza en la mayoría de las regiones, y el viernes el porcentaje de huelguista era de sólo 6, 85%, según la dirección de la empresa nacional de ferrocarriles SNCF.

Los sindicatos CGT y SUD del sector lanzaron la huelga el 10 de junio para oponerse a un proyecto de ley de reorganización del sector.

Los diputados enmendaron ese texto para responder a las reivindicaciones de los huelguistas. La ley será votada el martes en la Asamblea Nacional (Cámara Baja) y sometida luego al voto del Senado.

Las enmiendas adoptadas refuerzan la unidad del futuro consorcio público y garantizan un marco social común para todos los ferroviarios.

La huelga continúa, en cambio, pese a concesiones del gobierno, en el sector de la cultura, cuyos trabajadores temporarios (llamados "intermitentes") se oponen a una reforma de su sistema de seguro de desempleo.

Este conflicto social amenaza la realización de los festivales de verano en Francia, cuya importancia es tanto cultural como económica y turística. Entre los festivales que corren el riesgo de no realizarse figura el de Aviñón, una de las manifestaciones teatrales más importantes del mundo.

Y ya se perfilan otros conflictos en los transportes. Los sindicatos de controladores aéreos llamaron a la huelga del 24 al 29 de junio, fecha de las primeras partidas para las vacaciones estivales.

Los controladores reclaman más medios para la aviación civil.

En el comercio, los sindicatos de las grandes tiendas llamaron a la huelga el 24 de junio para oponerse a la apertura de los comercios los domingos.

Finalmente, los inspectores de los exámenes para el permiso de conducir son llamados a la huelga el 25 de junio para oponerse a una reforma del sector.