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El juez estrella que en su día le llorara a Felipe González por pretender dos ministerios, hoy llora porque no quiere ser procesado
¿Qué ocurre en esta nuestra sociedad española? ¿Nos hemos vuelto, de repente, todos locos o es fruto de los globos sonda de los extraterrestres que vienen a invadirnos? En nuestra patria, mi querida patria, aunque no la quiera casi nadie, ni el propio gobierno, están sucediendo cosas inauditas, incomprensibles. tenemos cerca de cinco millones de parados, nuestro presidente vuelve a sacarse una foto con Obama y hace alardes que debería ocultar en lo más profundo de su ignorancia y, mientras tanto, al descuido, nos saca de la manga una serie de medidas para salir de la crisis. ¡Dos años largos de estar inmersos en ella! Medidas que apenas dan respiro a los que apenas pueden respirar. Pero los españoles, acostumbrados al sufrimiento, seguiremos sufriendo. Estamos locos todos pero, al fin, quedarán los cuerdos en una democracia por la que hemos luchado y hemos conseguido entre todos, no unos pocos que se creen dueños de ella.
No doy crédito a lo que escucho, oigo y veo en estos días. Baltasar Garzón, el juez estrella al que siempre le ha gustado una foto en la prensa más que a un niño un lápiz de colores, es defendido por la izquierda recalcitrante y anacrónica, por la extrema izquierda, por los que fueron beneficiados en su trabajo por los gobiernos de turno, por nuestros sindicatos (y digo nuestros porque son funcionarios y los pagamos todos aunque no nos hagan nada. A ver si vamos hablando claro de una p... vez y nos vamos dejando entender: que los sindicatos son otro puñado de farsantes descamisados que les quita el dinero a los afiliados y a los no afiliados, pero que con esta crisis, mientras el obrero se come los mocos de hambre, ellos, sus dirigentes, cobran más de seis mil euros mensuales entre pitos y flautas). ¡Ya está bien de tantas desvergüenzas, incluida la histórica!
Al juez "estrella" le gustan las fotos, salir en el alambre y en los medios, pero parece que no se acuerda de cuando dejó la judicatura para irse con el PSOE de ministro, de doble ministro como él quería y no fue, y como no lo fue se cabreó con todos, hasta consigo mismo, y los defenestró. Quiso, y quiere, hacerse adalid de la justicia en el mundo (ya le queda pequeña España, por lo que debería ser juez de la audiencia "internacional" en vez de nacional), a su albedrío, con su propia soberanía internacional, y quiso juzgar a Pinochet, a los autores del 11-S de Estados Unidos, a los autores de llas desapariciones en Argentina, a Ben Laden y a todo bicho viviente. Señor Garzón, ¿es usted Dios? ¿Quién coño se cree que es usted para pretender juzgar hechos fuera de su país? Su problema, además, es que es lento e instruye mal. Y ahora ha querido remover el pasado con la pretendida memoria histórica que está, por supuesto, en la memoria de todos, y ahí es donde debería seguir.
A todos esos actores, escritores, directores de cine españoles -no quiero volver a nombrar a los sindicatos porque me parecen innombrables, ya que deberían esconderse en la esquina más profunda del mundo-, que salen a apoyar a Garzón, sobre todo porque la inmensa mayoría son adeptos y adictos al régimen (socialismo) les diría que dejaran de joder y dar por culo y se limitaran a hacer su trabajo y que el Tribunal Supremo haga el suyo, que saben lo que hacen lo mismo que ellos creo que sdaben hacer el suyo. Hay gente, entre ellos, que hablan de la extrema derecha y del franquismo como si estuviera ahí, golpeando nuestra puerta, sin pensar que el fascismo está también al otro lado del río, en la izquierda, y que hay que construir sin mirar hacia atrás o de lo contrario jamás vamos a construirnos.
Se cuestiona si el Tribunal Supremo debe o no aceptar las querellas de extrema derecha. El Tribunal Supremo debe aceptar las querellas de la extrema derecham de la extrema izquierda y la de cualquier ciudadano de apie y de coche blindado y escolta, si no mal vamos. La justicia judicializada por la izquierda, cómo no. El ex fiscal antocorrupción (por qué es ex) Jiménez Villarejo le echa la culpa al PP y a Unión Mallorquina de todo cuanto pasa, así como al franquismo (desaparecido hace 35 años) y a sus secuelas. Pero si todos son iguales, politizados, señor Villarejo, como usted. ¡Qué nos quiere contar ahora!
No olvidemos que en este caso a Garzón no lo imputan por meterse donde no le han llamado, sino porque, ya que lo hizo, la instrucción llevada a cabo ha sido un fiasco. le ha ocurrido igual que a su cuñado, un médico que se prodiga en un lugar de Jaén y que no vale ni para hacer ganas de comer, y confunde un dolor radial de muela, corrido por el brazo izquierdo, con un infarto.
Harto ya de ver a la gente harta de no tener pan para comer, de ver cómo los políticos nos engañan para engañar nuestras barrigas, mand+andonos apretar más el cinturón (no el suyo, desde luego), pienso que en el banquillo de los acusados, aparte de Garzón, deberían estar los gobernantes farsantes, los que nos engañan a diario, los que se llevan el dinero que no es suyo, los que nos niegan el pan y el trabajo mientran salen a la palestra a decirnos, a convencernos, que somos los mejores de Europa.