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"Negoció con ellos y lo negó, ahora les vende los presupuestos"
Esta repugnante historia comienza cuando por casualidad ETA da un alto al fuego a principios de Septiembre, un alto al fuego que según el Gobierno no había intercedido para que éste se produjera. Continúa con la desvelación de la gran mentira que el Gobierno había estado ocultando a los españoles: "El gobierno había mantenido una negociación con ETA". Ésta (como muchas de las mentiras que el Gobierno de Zapatero ha realizado a lo largo de su transición política) había sido una de las grandes mentiras que escandalizó a toda España (excepto a los asesino-socialista-nacionalistas vascos y otros partidos que este gobierno permite que estén en España como el PNV y partidos que están contribuyendo al separatismo y nacionalismo en España). Sigue con la noticia de que el PNV junto con Ea y Eralar se unen para presentarse juntos a las elecciones de 2011. Con ésta última el gobierno volvió a desarrollar otra gran mentira dicha por De la Vega : "Batasuna no se presentará a las elecciones de 2011", (vicepresidenta, está muy bien que aunque no seas consciente de ello, esto sería lo mejor para todos los españoles y para España). En fin, el Gobierno ha permitido a asesinos presentarse a unas elecciones, asesinos que han destrozado cientos de vidas en España y que por lo visto aún seguirán. De la Vega estaba buscando la forma de cómo ocultar esta vergüenza mintiendo como una gran embustera para quedar bien ante los españoles. La historia continúa con los mediadores que están negociando con ETA, mediadores que no cabe la menor duda que están contratados por el Gobierno y que estoy totalmente seguro de que son mendiadores que llevan negociando desde meses atrás (tal como predijo Mayor Oreja). Y finalmente acaba la historia con lo más desastroso que ha podido hacer el gobierno, vender los presupuestos al PNV.
En el País Vasco el PP y el PSOE se habían "unido" para echar de una vez por todas a estos nacionalistas. Entonces llega Zapatero y se pone a negociar con el supuesto enemigo: ¿Acaso Zapatero está de parte de los asesino-nacionalistas vascos y con sus colaboradores? ¿O es que esto formaba parte de la negociaciós de ETA con el Gobierno?
Lejos de buscar apoyos a los Presupuestos Generales del Estado para 2011 mediante propuestas que las demás fuerzas políticas puedan considerar adecuadas para la recuperación económica, el Gobierno de Zapatero ha optado por tirar de chequera cuando ni siquiera ha presentado un esbozo de sus cuentas para el año que viene. Así, el PSOE ya ha cerrado un acuerdo con el PNV por el que, según ha explicado el propio presidente de esta formación separatista, se transferirán 472 millones de euros al País Vasco destinados supuestamente a la gestión de las políticas activas de empleo en las que se incluye bonificaciones a las empresas en sus cuotas a la seguridad social.
Al margen de que la cantidad acordada permitirá al País Vasco, con una de las tasas de paro más bajas de España, contar con un capital muy superior al del resto de autonomías que tienen transferidas las políticas activas de empleo (todas salvo Ceuta y Melilla), este apaño con el PNV servirá, para más inri, para sacar adelante unos presupuestos que, con toda probabilidad, nos llevarán a un mayor déficit y endeudamiento. Y esto es así porque Zapatero ya ha demostrado que no va a recortar más el gasto de la administración central, municipal, ni muy especialmente el de la desbocada administración autonómica. En lugar de ello, el Gobierno pretende equilibrar estérilmente las cuentas con nuevas subidas de impuestos. De hecho, la ministra de Economía acaba de plantear una demagógica y contraproducente subida del IRPF para las rentas superiores a los 120.000 euros que tendrá insignificantes efectos recaudatorios, dado el escaso número de contribuyentes que alcanzan esos niveles. Así, esta demagógica medida fiscal no será más que la antesala de una generalizada subida de impuestos, tal y como ya han advertido las Cajas de Ahorro y tal y como ya ha empezado Zapatero a justificar debido a las "circunstancias".
Y es que cuando un gobierno manirroto no está dispuesto a reducir más los gastos de las distintas administraciones ni tampoco a acometer ninguna reforma estructural, empezando por una auténtica reforma laboral que estimule la creación de empleo, la única salida que tiene para tratar de convencer a propios y extraños de que va a equilibrar sus cuentas es anunciando nuevas subidas de impuestos. Una medida que, además, dado su efecto negativo sobre el crecimiento económico, no minorará el déficit.
Y en estas estamos, con un Gobierno que sigue de la mano de los nacionalistas haciendo transferencias en competencias que debería conservar la administración central para sacar adelante unos presupuestos que abocarán a los españoles a una mayor presión fiscal sin evitarles un mayor endeudamiento. Lo que sea por seguir en el poder.