Los paraguayos Gustavo Gómez, Miguel Almirón y Víctor Ayala fueron destacados pilares de Lanús, el nuevo campeón del fútbol argentino.

El defensa Gómez y los volantes Almirón y Ayala se sumaron al club de la periferia sur de Buenos Aires, a pedido del entonces entrenador Guillermo Barros Schelotto.

En ese lapso Ayala fue titular inamovible, y sumó luego a Gómez como reemplazante de Paolo Goltz en la zaga, y al final, a Almirón, de 22 años, el más joven del trío.

"Gracias a Víctor y a Gustavo Gómez me adapté rápido. Si hubiera venido solo me habría costado más. Tenemos una relación buena, somos muy amigos", contó hace poco el habilidoso Almirón, llegado en agosto del año pasado a Lanús por 2, 5 millones de dólares procedente de Cerro Porteño, y ahora uno de los artífices del equipo por su capacidad para generar juego y ataques verticales.

- El Di María guaraní -

Considerado en su país como el "Di María paraguayo", cuando ayudó a ganar dos títulos a Cerro Porteño, dice sentirse cómodo en Lanús pero sueña con llegar a River Plate.

"Me gustaría jugar en River, es el sueño de mi vida. Mi ídolo es (el uruguayo) Enzo Francescoli. Y como todo jugador, también me gustaría pegar el salto a Europa", confesó.

Gustavo Gómez nació en San Juan Bautista hace 23 años y llegó a Lanús en 2014 con la misión de afirmarse como eje de la defensa, algo que no le costó.

Ya de pequeño mostraba aptitudes para la zaga, a tal punto que a los 14 había sido convocado al seleccionado Sub-17 guaraní y luego fue adquirido por Libertad, entonces presidido por el ahora presidente de Paraguay, Horacio Cartes.

"Aprendí mucho con los Barros Schelotto. Estoy muy agradecido porque me llamaron diciéndome que Lanús era fantástico. Me convencieron y no me arrepiento de haber venido", señaló Gómez, que también se hizo espacio en el seleccionado albirrojo que dirige otro argentino, Ramón Díaz.

Víctor Ayala, de 28 años, fue suplente polifuncional, incluso en el puesto de defensor lateral derecho, una posición distinta a la que tenía en el ciclo anterior en el mediocampo, pero siempre con un magnífico remate de media distancia con el que ha conseguido varios golazos de tiro libre.

Ayala, que es pretendido por Barros Schelotto para Boca, al igual que Gómez, jugó menos partidos que sus compatriotas en este certamen, pero igual se lució con un gol vital para ganarle el clásico del sur bonaerense a Banfield, con el que Lanús se consolidó en la ruta hacia la final.