No salgo de mi asombro, y ni siquiera hay sombras en este día gris. ¿Hacía donde nos dirigimos?

Realmente, en los últimos tiempos, me he dado cuenta que vale todo, con tal de mantener atontado al populacho.

No importa que un rey se deje barba de mendigo y reciba con sonrisas a un gorila asesino, no trasciende que un personaje entre a una casa real con un pin de la república y proclame fantasmadas; no importa que una famosilla cutre y fea, una tal B.E., acapare horas de enbobamiento pueril.

El corazón se hiela, la mente se atrofia; los niños no respetan, los jóvenes no hacen caso, los adultos se dejan llevar, los viejos no sueñan, ... ¿qué nos queda? ..

No trancienden las continuas mentiras de un gobierno de una nación, llamada de momento España, otrora imperio universal, mientras los políticos del otro bando siguen llenándose el bolsillos.

Atónitos e impasibles, seguimos viendo la tele. Las imágenes no cesan, el corazón se hiela, la mente se atrofia; los niños no respetan, los jóvenes no hacen caso, los adultos se dejan llevar, los viejos no sueñan, ... ¿qué nos queda? ...

Como afición ejemplar, es muy posible una manifestación de 50.000 béticos esperanzados con un futuro mejor.

Como país de borregos, es muy posible que nadie alce la voz, que no haya manifestaciones, que no pase nada, mientras la pobreza entre por nuestras ventanas.

Realmente, en los últimos tiempos, me he dado cuenta que vale todo, con tal de mantener atontado al populacho

Solo nos queda el amor ... y la televisión.