El juicio a nueve oficiales de una prisión acusados de golpear brutalmente a un detenido y luego encubrir sus actos se inició este miércoles con una sesión dramática sobre el caso, ocurrido en julio de 2012 en Nueva York.

Se espera que este caso saque a la luz la supuesta violencia sistemática en la prisión de la isla Rikers, una de las mayores en Estados Unidos.

Algunos cargos electos demócratas han pedido el cierre de la prisión, en medio de una campaña nacional contra la brutalidad policial y por una reforma de la justicia penal.

El juzgado determinará la culpabilidad o no de seis acusados, mientras los otros tres optaron por un juicio sin jurado, en un caso presidido por el juez Steven Barrett de la Corte Suprema del Bronx.

Un décimo acusado será procesado por separado.

Todos los imputados encaran cargos criminales, incluido intento de asalto, falsificación de documentos y mala conducta, y podrían ser condenados a varios años de prisión.

El fiscal Pishoy Yacoub hizo una presentación dramática del caso, que resaltó la brutalidad a la que fue sometido Jahmal Lightfoot el 11 de julio de 2012 y los intentos de los guardias de encubrir sus actos.

El reo recibió patadas en todo su cuerpo, aplastaron su cabeza con las suela de sus botas hasta que le fracturaron las dos cuencas de los ojos y le rompieron la nariz, relató el fiscal.

Lightfoot tenía antecedentes penales "pero un preso también puede ser una víctima", dijo el fiscal.

Eliseo Pérez, un asistente del jefe de seguridad, y Gerald Vaughn, un capitán, ordenaron romperle los dientes a patadas a Lightfoot, dijo Yacoub, citando la declaración de los oficiales.

Dos oficiales tomaron sus brazos y piernas, mientras otros dos pateaban su cara "como una pelota de fútbol", dijo Yacoub a la corte.

Todos los acusados son o fueron guardias de la prisión. Pérez y Vaughn se retiraron, mientras los otros siete fueron suspendidos y luego volvieron a trabajar en otras funciones, según reportó el diario The New York Times.