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La mayoría de las personas que concurren a un hospital público, ignora las difíciles situaciones que se desarrollan puertas adentro, en una guardia de emergencias hospitalaria
Las personas y sobre todo sus acompañantes, suelen comportarse de forma intolerante y agresiva. En más de una ocasión, comienzan golpeando las puertas o ventanillas con exasperación “como si su caso fuese el único caso” que puede residir o no, en una urgencia más, y que los pocos médicos disponibles del lado de adentro son exclusivamente para atender su caso.
En la Ciudad de Buenos Aires, los Hospitales Públicos reciben de forma constante, diversos casos complejos provenientes de accidentes, incendios, intoxicaciones severas, heridos de armas de fuego o arma blanca, Accidentes Cerebro Vasculares, Infartos y otras emergencias, cuyos ingresos por ambulancia, no son visibles para quienes se encuentran en la sala de esperas.
La realidad es cruda, porque muchas veces, la cantidad de profesionales en servicio en una guardia hospitalaria, llegan a ser insuficientes, ante la concurrencia de pacientes de otras jurisdicciones, y también son tan seres humanos como los que esperan del otro lado del acceso a guardia. Sin embargo, en medio de la incomprensión e impaciencia, los profesionales son agredidos por aquellos que muchas veces son familiares o acompañantes de quienes deben ser atendidos por cualquier patología del grado que fuere.
La ignorancia del público que asiste a las guardias hospitalarias respecto de la labor que allí desarrollan camilleros, enfermeros y médicos, conlleva al desarrollo en muchas ocasiones, de malos tratos, insultos y hasta golpes contra quienes se desempeñan con esmero absoluto para brindarle una solución al problema de salud de unos y otros. Obviamente, la prioridad se encuentra en los casos más graves que en su mayoría arriban por medio del Sistema de Emergencias (SAME).
Si concurres a una guardia de emergencias hospitalaria, te daré un consejo:
Respetá el trabajo de los profesionales. Ellos están para salvar vidas y por ello están de guardia. Aprende a dialogar antes que agredir.
Las guardias mantienen una escala de prioridades:
Emergencias (Casos de vida o muerte)
Urgencias (Accidentes menores sin riesgo de vida)
Consultas ( Sin riesgo de vida)
Y no olvides de ser gentil diciéndoles ¡Gracias!