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Los jóvenes entienden por amor, el amor romántico, ese que descubrimos en la adolescencia
Tú, Elvira, la entrañable, la lejana historia; memoria entre las sombras de un paraíso febril casi olvidado, siempre inexplorado, eternamente inesperado. Eres la razón que altera mis recuerdos. En las olas del mar de tu cuerpo y en las playas de tu piel una y mil veces me perdía. En la sal de tus labios, en el mar de tus ojos.
¡Qué placer volver a verte! ¡Que gozo poder mirarte de nuevo! ¿Hace cuánto tiempo de aquella última vez? ¿Qué pensaste en aquel momento? ¿Qué palabras se quedaron sin decir? ¿Cuántas lágrimas derramaron mis ojos? ¿Cuántas risas a tus labios afloraron? Tan distantes uno y otro.
¿Cuántas veces he anhelado tus manos, un abrazo, un beso, una palabra tal vez? ¿Cuántos momentos de amor desperdiciados? Hoy me cruzo contigo, te observo caminar. Me miras y yo te miro. Continúas tu camino. Yo hago lo propio con el mío. ¿Creíste alguna vez en el amor? Yo lo he sufrido. Lo he abrazado.
Muchos estudiantes durante la etapa de la adolescencia, a veces por razones como el aspecto físico son motivo de burlas
El amor es la única felicidad que se aprende, pese a sus tristezas. Lo sé. Y aquí estamos, tú con tu indiferencia, yo con la mía forzada.
Quizás es justo donde debíamos estar. Y aunque te parezca que estoy bien, no siempre lo que se percibe es lo que parece, el tiempo sólo cicatriza la herida. .
Han pasado muchas lunas, muchas estaciones. Sueños sin forma ni tacto que se han perdido en caricias propias, silenciosas, ocultas; como cuando éramos niños. Pasión huérfana, que sin gesto y sin sonido alguno, se ha formado en mis labios con el eco de tu nombre, del mío, del nuestro, cuando tú en el corro de chicas y yo jugando al fútbol con mis amigos de reojo te miraba.
Años hemos vivido en este mundo, separados, ajenos. ¿Tú puedes decir que lo has conseguido? Yo no puedo. Hoy te he visto, me he cruzado contigo. Una mirada se ha quedado colgando de nuestros ojos. Me has sonreído, quizás sin saber que yo era aquel niño de gafas gruesas del que tú tanto te burlabas.