Noa es una cantante israelí. Es amiga de Serrat y está embarazada por tercera vez. Su esposo es médico y participó activamente en la evacuación de niños palestinos durante los conflictos de Gaza. Hubo un escándalo, porque la propia gente de Hamás, palestina, al parecer le puso muchas trabas. Hubo acusaciones de que Hamás prefería martires públicos a salvar vidas humanas.

Carod Rovira, Laporta, la plana nacionalista, independentista (a veces no los diferenciamos muy bien, porque la línea es fina y la cruzan según interesa, y hablo de Laporta no de Carod, cuya sangre catalana no tiene más de una generación) invitaron a Noa y le hicieron regalitos baratos tipo pin, invitándola a cantar en el día de la Diada. La voz de Noa era todo un lujo y una invitación a la concordia y la unidad de los catalanes de nacimiento y los de adopción, supongo, ¿o no, Carod?

Pues la pobre Noa fue abucheada. Agraviada. Primó su nacionalidad de origen antes que su arte, que es mucho.

Pero lo peor es que, al parecer, los que la invitaron no son ni hombres ni caballeros, porque allí se quedaron tal cual. No sé qué más querían los que protestaron. Ella leyó en catalán, cantó El cant dels ocells y mientras los abucheos crecían, los que antes la piropeaban callaban como... eso.

Ahora bien, Carod Rovira piensa distinto desde que le abuchearon a él por un asunto laboral, al depositar flores ante un monumento. Ahora quiere cambiar algunas cosillas, porque es él el agraviado. Y claro, abuchear dice que no está bien... desde que lo sufrió en sus orondas carnes de coche de lujo.

Querido Carod: nunca has sido catalán de generaciones (sí de adopción), aunque eso parece que te revienta, pero con la actuación que tuviste con la pobre Noa me caes peor que nunca. Bien que estuvo que te abuchearan para que sepas lo que es. Por cierto, ¿sabes lo que es un chaquetero?