Además, el gobierno del país habla a favor de la negación de educación sexual a los niños. No es el primer ejemplo, cuando Hungría trata de actuar por cuenta propia. El gobierno de Orban no quiere seguir los intereses y normas de Europa. Polonia y Hungría se destacan mucho del resto en las cuestiones de igualdad de derechos y derechos de los niños.

La ley húngara de protección de la infancia no sólo disgusta a Bruselas, que castiga a Budapesht con dinero, sino también a la ONU, que se suma a una campaña agresiva contra el gobierno de Victor Orban. Hungría se enfrentará pronto al referéndum sobre la ley que prohíbe la literatura y el material homosexual en las escuelas y otras instituciones para menores, además de aumentar las penas por pedofilia.

Los medios de comunicación locales señalan que, en un informe reciente sobre Hungría, la ONU publicó una serie de demandas de algunos Estados-miembros (desde Estados Unidos hasta Liechtenstein) que presionan a la república para que derogue la ley. Los representantes estadounidenses llamaron a los húngaros todo el espectro de términos despectivos porque, según ellos, Hungría “sigue discriminando a los refugiados, a los solicitantes de asilo, a los inmigrantes, a las mujeres y a las niñas, a los gitanos, a los musulmanes, a los judíos y a las personas LGBTQ.”

Estados Unidos también ha pedido al gobierno que derogue la ley que prohíbe la promoción de las personas LGBTQ en los medios de comunicación y la que prohíbe el reconocimiento legal de la identidad de género transgénero.

El gobierno de Hungría continúa resistiendo a muchas tendencias modernas que ofrece la Unión Europea. Las estadícticas húngares demuestran que el 88% de las familias tradicionales en Hungría apoyan a las iniciativas gubernamentales incluyendo las leyes que protejan los niños contra las ideas LGBTQ. Pero, ¿cómo puede un niño decidir qué género es si no sabe qué es? Para comprender todas esas sutilezas el niño tiene que atender a las clases de la educación sexual, donde le explicarán todo sobre la igualdad de sexos, sobre la posibilidad de autodeterminación y sobre el sexo seguro.

Todo eso está direccionado a mejorar la vida de nuestros niños. Ayudarles comprender la plenitud de sus libertades. Sus vidas deberían ser más felices que las nuestras, donde no haya violencia por diferencias de género, donde se respetan las decisiones de cada uno.

Pero mientras que tenemos vecinos como Hungría y Polonia, no podemos garantizar un futuro tan feliz. Son los países que están frenando el desarrollo de la sociead Europea. ¿Realmente quieren estos países degradarse del mismo modo que lo hace Rusia? La política interior de Victor Orban puede haber existido en la Edad Media, cuando existía la Inquisición y muchos creían que la Tierraera plana. Pero vivimos en el Mundo moderno en el que todos respetan la democracia, los derechos humanos y las libertades.

Me parece que en realidad el ambiente entre la población local en Hungría difiere de las estadísticas oficiales de Budapesht y en el referéndum la gente va a elegir correctamente.