Cuando lo importante es pegar un pelotazo, y sino que se lo digan a Valdés, Piqué y Mascherano.

Pues si, podemos decir, que el mejor equipo del mundo, no ha ganado el primer título de la temporada, por no querer pegar un pelotazo. En el partido de la semana pasada, disputado en el Camp Nou, un error garrafal del portero azulgrana, daba la opción al Madrid de nivelar la eliminatoria de la final, por ser fiel a su estilo e intentar sacar el balón jugado.

En el partido de vuelta, disputado en Chamartín, cuando el Barça controlaba el partido como es habitual contra todos los equipos, un despeje de la defensa blanca, llega a pies de Higuaín y manda el balón al fondo de las mallas, previo fallo importante de Mascherano, por querer controlar el balón.

Siete minutos después, con los blancos encerrados en su campo, otro pelotazo de la defensa madrileña, fallo ésta vez de Piqué, que intenta sacar el esférico jugado y Cristiano Ronaldo le roba la carte

ra y bate a Valdés. El Real, con éste resultado inesperado, seguía haciendo lo que mejor sabe hacer, defender, dar palos y salir a la contra. Y en éstas estábamos, cuando en otra contra, llegaba la expulsión de Adriano, por ser último hombre.

A pesar de jugar con uno menos, durante más de una hora, el Barça fue fiel a su estilo y dominó, controló a su antojo el partido, mientras que los pupilos del autodenominado Único, siguieron a lo suyo.

No pudieron los blaugranas levantar el título que el año pasado, fue denominado por diversos medios capitalinos, como Trofeo de verano, y la copa fue a parar a las vitrinas del conjunto del Paseo de la Castellana.