¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Fran Laviada escriba una noticia?
No aparecía lo que de verdad quería ver.
Y el espejo nunca engaña, siempre te dice la verdad.
Seguro que si pones empeño en ello, al final conseguirás verte realmente como eres.
Y te pasará lo mismo que a mí, que estarás contento de haberte conocido.
¡Por fin!
De saber de verdad como eres.
Y la alegría, no debe de ser porque lo que veas te guste.
Porque quizás no sea así.
Tu satisfacción debe de ser, cuando por fin consigues ver la realidad.
Si tienes un grano y no lo encuentras, tendrás que seguir mirando.
Pero, si lo ves, aunque no sea una imagen agradable, ¡enhorabuena!
Sabes que lo tienes.
Eres consciente de ello.
Ahora si quieres que el grano desaparezca, ya depende de ti.
Tendrás que seguir el procedimiento adecuado.
A todos nos lleva tiempo conocernos a nosotros mismos.
Algunos no se conocen jamás.
Quizás es que no lo han intentado con todas sus fuerzas.
También puede ser un problema de miopía, ¿incurable?
Lo raro es que nunca ven el grano en su cara.
Sin embargo, ven todos los granos posibles en el rostro de los demás.
Por lo que a mí respecta vuelvo a decir que:
¡Me resulta estupendo haberme conocido!
A pesar de que tengo granos en la cara.
Sé exactamente dónde están y cuantos tengo.
Aunque cada día que pasa, aparecen unos nuevos.
Y desaparecen otros.
El remedio siempre está en la pomada que apliques según la necesidad del momento.
Debe ser la indicada, en su dosis justa y extenderla correctamente en la zona adecuada
¡Por eso, estoy encantado de haberme conocido!
¿Y tú?
Fran Laviada