La complicidad que podamos tener con nuestra pareja a la hora de realizar un acto sexual es imprescindible ya que las cosas que podamos hacer o la seguridad con la que las hagamos tendrá mucho que ver con la confianza que tengamos con nuestra pareja.

No estamos hablando de una relación de aquí te pillo aquí te mato, es decir, de una relación de una noche, sino de una relación de varios días que puede acabar con una relación de pareja.

Dicen que saber que tal funciona una pareja en la cama es muy necesario antes de formalizar una relación. La complicidad en el sexo, la compenetración, son características fundamentales para un sexo que acabe con una sonrisa en la boca. Por mucho que confiemos en nosotros mismos y en nuestro cuerpo, sólo con una persona con la que confiemos podremos, por ejemplo, pasar un día entero desnudos, con total normalidad.

La complicidad se convierte entonces en un valor añadido para la relación que estamos a punto de iniciar y crearla no es tan sencillo como parece. Se puede romper la barrera poco a poco, actuando con total confianza y poniendo como centro de la relación la comunicación, imprescindible en una relación de pareja.

Sabrás que sientes complicidad con tu pareja cuándo puedas ducharte con él a la luz del día sin pudor. Nadie tiene un cuerpo perfecto por lo que debes olvidar esos pequeños defectos que todos tenemos y que forman parte de nuestro cuerpo haciéndolo único e irrepetible. Además, sólo con complicidad pueden realizarse algunas posturas sexuales.

Sólo cuándo estemos seguros de que hemos conseguido tener complicidad con esa persona especial, podremos saber que hemos sobrepasado la línea de una relación temporal a una relación de pareja.

En definitiva, si lo que quieres es hacer oficial tu relación de pareja tendrás que labrar una buena complicidad con él.

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