Si, no dejemos que las ideas y las malas experiencias de nuestros abuelos o amigos influyan en nuestras vidas, cada quien vive sus propias experiencias y nosotros también tenemos la oportunidad de vivir nuestras propias experiencias, por eso no debemos dar oídos a las experiencias de los demás, por el hecho de que nuestros abuelos o padres hayan tenido alguna enfermedad eso no quiere decir que nosotros también debamos pasar por la misma experiencia, debemos de tener mucho cuidado con esos pensamientos por que al darle importancia a lo que viven los demás estamos aceptando y dándoles entrada a nuestras vidas.

Dolencias después de los cuarentas:Cuidemos de no leer cosas como estas, dolencias, tristezas, ansiedad, todo eso puede llegar a cualquier edad si tú así lo quieres, solo basta con abrir la puerta, la puerta que es nuestra mente y ellos entran en forma de pensamientos para hacer su trabajo, cuidado con ellos, nosotros llegamos aquí para llenarnos de experiencias felices, para vivir una vida plena, no pongamos atención a cosas tristes, no le permitamos que el enemigo de nuestra vida entre por nuestra mente y comience a llenarnos de malos pensamientos que luego se transforman en experiencias que tendremos que vivir.

El vestido del alma

Maravillas después de los cuarentas: Si, no solo después de los cuarenta, sino siempre y todos los días, ya que todos los días tenemos la oportunidad de que pasa algo bueno con nosotros, pero creo que después de los cuarenta nuestro ser, nuestra alma está más abierta o nosotros estamos más claros y la podemos escuchar mejor así la comunicación es más continua, nos desarrollamos más por dentro, entendemos mejor las leyes de la vida, podemos ayudar más a las personas menores, a los que comienzan el camino que nosotros ya recorrimos y al mismo tiempo aprendemos y nos llenamos del aire juvenil y es algo nuevo y reconfortante.

El vestido del alma:El vestido del alma que recibimos prestado es nuestro cuerpo y debemos de cuidarlo, mientras más comunicación interior tengamos más reluciente será nuestro traje, no lo arruguemos con problemas de codicias, egoísmos y odios, si quieres el traje que llevas el será el más lindo y todos se darán cuenta de ello.

Dolencias después de los cuarentas