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El pasado mes de octubre el Gobierno central encargó un informe jurídico sobre la situación del Pazo de Meirás para estudiar la fórmula adecuada para devolverlo a la ciudadanía, con todas las garantías,
A inmobiliaria cántabra Mikeli anuncia en su página de internet para su venta el Pazo de Meirás por el precio de ocho millones de euros. La oferta de la residencia propiedad de la familia Franco, de finales del siglo XIX con un aspecto de fortaleza medieval, en el municipio coruñés de Sada, se anuncia como un "inmueble singular".
"Nos encontramos ante un recinto sin par, lleno de historia y detalles especiales (biblioteca, cuadros, piezas arqueológicas, dependencias, blasones, fuentes, cruceros, decoración, etc.) que lo convierten en una oportunidad inmejorable", dice el anuncio de la que fue histórica propiedad de Emilia Pardo Bazán.
La Xunta de Galicia ha confirmado que un nieto de Franco pretende vender su parte del Pazo de Meirás, situado en Sada (A Coruña) y antigua residencia de verano del dictador, a una empresa de su propiedad.
Así lo han transmitido fuentes de la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, después de que se haya conocido a través de 'La Voz de Galicia' que Francisco Franco Martínez-Bordiú, pretende vender la parte que le corresponde del Pazo a su propia empresa, la sociedad Pristina S.L.
Según recoge la misma publicación, el heredero de Franco/Francis) presentó el 7 de julio en el registro general de la Xunta las escrituras corespondientes a las actas de notificación sobre los derechos de tanteo y retracto de la séptima parte de las también conocidas como Torres de Meirás, así como de las esculturas de Abraham e Isaac, atribuidas al maestro Mateo.
Su pretensión es vender esa parte del Pazo a su propia empresa para aumentar su capital social. Pero esta acción supondría que la Xunta disponga de un plazo de tres meses para igualar la oferta y adquirir esa parte.La declaración del pazo como BIC(Bien de Interés Cultural) se produjo en 2008, durante el único paréntesis de gobiernos del PP que ha tenido Galicia desde 1990
Ante esto, fuentes de la Consellería de Cultura han reiterado que, como ya expuso en anteriores ocasiones, la Xunta no tiene intención de ejercer derecho de tanteo y retracto sobre el Pazo de Meirás, porque supondría derivar dinero público a la familia Franco, para otra de las partes alícuotas.
Francis se quedaría con todo. La acción se produce cuando todavía sigue abierto el debate en torno a a la recuperación del Pazo --Franco lo recibió en el año 1938 tras una cuestación “popular” impulsada por la Diputación--, para patrimonio público.
El propio Parlamento gallego aprobó en julio por unanimidad una proposición no de ley en la que instaba al Gobierno a iniciar un proceso civil para la devolución del pazo, que antes de albergar a Franco fue la residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán
Pero un hipotético comprador del Pazo de Meirás tendría que asumir dos importantes inconvenientes que tiene la propiedad. Por un lado, su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que restringiría la realización de obras y la obligación de abrirlo a las visitas.
Según informa la revista Hola! en uno de sus últimos números, la venta del Pazo de Meirás formaría parte de un lote en el que también se incluye una finca con casona de los Franco en el Principado de Asturias y un edificio en la calle Hermanos Bécquer de Madrid, en pleno barrio de Salamanca, una de las más importantes zonas comerciales de la ciudad y uno de sus barrios de mayor nivel-.
Precisamente en uno de los pisos del citado edificio vivió hasta su fallecimiento, en diciembre de 2017, Carmen Franco, Carmencita, hija del dictador Francisco Franco y de su esposa Carmen Polo, quien ostentaba el título de Señora de Meirás.
El pazo fue usado y abusado por los Franco como residencia de verano desde 1938, en plena Guerra Civil, cuando supuestamente fue donado al dictador y su familia.
El Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña ha ordenado que conste en el registro de la propiedad que el Pazo de Meirás, ubicado en el municipio coruñés de Sada, está inmerso en una causa judicial. Así lo han informado fuentes judiciales tras admitir a trámite el pasado 12 de julio la demanda presentada por la Abogacía del Estado para reclamar a la familia Franco la devolución del Pazo de Meirás.
Ese mismo día, el juzgado instructor acordó la adopción de las medidas cautelares solicitadas que se refieren, en concreto, a la “anotación preventiva de la demanda en el registro de la propiedad”, indican las mismas fuentes judiciales.
Esa medida se produce a raíz de que el Gobierno central ha presentado una demanda judicial contra la familia Franco para reclamar la devolución del Pazo de Meirás. El escrito reclama la propiedad del inmueble para el Estado por su forma de adquisición, su administración mediante fondos y personal públicos, y el uso que se le dio durante la dictadura franquista y después.
La familia Franco había puesto a la venta el Pazo de Meirás a través de una inmobiliaria cántabra, en la que se ofertaba el histórico inmueble localizado en el municipio de Sada, utilizado abusivamente por los Franco como residencia de verano, por una cantidad de ocho millones de euros, la misma cifra que se pedía en el primer anuncio que se había publicado meses antes.
La Abogacía del Estado denunció a la familia Franco por poseer el inmueble resultado de una compra “simulada y fraudulenta”
La denuncia contra los herederos del dictador fue presentada en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña por la Abogacía del Estado, argumentando que la compra del inmueble por parte del dictador en 1941 fue “simulada y fraudulenta”, según el Ministerio de Justicia.
El estudio jurídico realizado la Abogacía del Estado ha sacado a la luz un documento que demuestra que Francisco Franco “falseó el título con el que inscribió el Pazo a su nombre en el Registro de la Propiedad”, informó el Ministerio de Justicia.
, La Cámara gallega llegó a pedir por unanimidad a reclamar al Gobierno a recuperación del Pazo de Meirás
Los hechos en los que se basa la demanda se remontan al 3 de marzo de 1938, fecha en la que se constituyó la denominada ‘Junta pro Pazo del Caudillo’, que estaba integrada por el gobernador civil y varios alcaldes fachas de A Coruña, entre otras autoridades, con el fin de adquirir un inmueble representativo de Galicia para ponerlo a disposición del autoproclamado jefe del Estado, como residencia veraniega.
El 3 de agosto de 1938 se otorgó la manipulada escritura de compraventa entre la entonces propietaria del Pazo de Meirás, Manuela Esteban Collantes (viuda del hijo de Emilia Pardo Bazán), y la ‘Junta pro Pazo del Caudillo’, por un precio de 406.346 pesetas.
Esta escritura, desconocida hasta el momento, fue descubierta por la Abogacía del Estado en el curso sus trabajos. “La financiación de la compra se planteó inicialmente a través de una “suscripción” popular, pero, al no dar esta el resultado esperado, se inició un proceso de recaudación por la fuerza que incluyó la detracción de nóminas de trabajadores y funcionarios, así como la aportación de fondos de las administraciones locales”, han defendido.
Desde la fecha de la compra, el Pazo de Meirás fue objeto de numerosas actuaciones y obras, que incluyeron la dotación de infraestructuras y servicios, la expropiación de terrenos, la construcción de carreteras, el amurallamiento y acondicionamiento del recinto, así como otra serie de reformas que “fueron ejecutadas y financiadas en su conjunto con fondos de la Administración General del Estado”.
Franco inscribió a su nombre el Pazo de Meirás en el Registro de la Propiedad tras una compraventa ficticia
Desde la venta a la ‘Junta pro Pazo del Caudillo’ el inmueble ya se usaba como residencia veraniega oficial de Franco, el 24 de mayo de 1941 se otorgó una segunda escritura pública “en la que presuntamente se simula la venta del Pazo” por parte de Manuela Esteban Collantes -que tres años atrás se lo había vendido a la Junta- a favor de Francisco Franco, por un supuesto precio de 85.000 pesetas!!!
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“Con esta escritura como título, Franco inscribió a su nombre el Pazo de Meirás en el Registro de la Propiedad. Esta inscripción, derivada de una compraventa ficticia, es la que permitió que, al morir Franco, su viuda hiciese una donación del Pazo de Meirás a su hija, Carmen Franco, de quien pasó a su vez, a sus hijos y herederos”.!qué abuso¡.
En los casi 40 años en los que fue utilizado como residencia oficial de verano, el Pazo de Meirás fue administrado como una dependencia del Palacio del Pardo, “con el mismo uso público que este, siendo sede de la celebración de Consejos de Ministros y de numerosos actos y audiencias, administrándose exclusivamente con fondos y funcionarios públicos”, abunda la denuncia.
Fue utilizado como residencia oficial de verano durante casi cuatro décadas
“Incluso después del fallecimiento de Franco, el inmueble continuó durante varios años bajo la vigilancia de la Guardia Civil”, señala el Ministerio de Justicia.
Las Torres de Meirás fueron declaradas BIC con categoría de sitio histórico en el año 2008, con el Gobierno del bipartito de PSdeG y BNG. Los herederos del dictador recurrieron a la justicia para intentar paralizar la declaración como edificio protegido y la obligación de que fuese abierto al público.
En efecto, el regalo a Franco tuvo poco de legal. En plena guerra civil, un grupo de políticos y empresarios coruñeses deseosos de ganarse el favor del militar sublevado decidió agasajarlo con una residencia en su Galicia natal. Al frente de ellos estaban el entonces gobernador civil de A Coruña y futuro jefe de la Casa Civil del Generalísimo, Julio Muñoz Aguilar, y el banquero Pedro Barrió de la Maza, que conseguiría el curioso título de conde de Fenosa.
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Una Junta Provincial Pro Pazo del Caudillo inició la “suscripción popular”, en la que los coruñeses eran invitados a realizar “una aportación voluntaria para la adquisición y reconstrucción de la finca Torres de Meirás, dedicada al Caudillo”. Abundan los relatos de las consecuencias que conllevaba la oposición a participar en el obsequio. Las propias autoridades locales fijaban la cantidad del donativo, hasta alcanzar las 400.000 pesetas (de entonces) en que se cerró la operación, que dio paso a otra posterior para obras y expropiaciones forzosas para duplicar los terrenos y acondicionar la propiedad. Quienes se resistían a perder sus tierras eran amenazados también con ser expulsados a Asturias, aún bajo control de los republicanos. Hubo un ultimatum de expulsión inmediara para los renuentes.Y se dice que algunos tuvieron que irse a Asturias
Los descendientes del Caudillo, con su hija Carmen Franco Polo a la cabeza, a sus 90 años cumplidos, no pusieron las cosas fáciles a la Xunta cuando impulsó la declaración del pazo como bien de interés cultural (BIC) que no lo hacieron para facilitar las visitas. Ya lo advirtió en 2015 la única hija del dictador, en una de las pocas entrevistas en las que habló del asunto: “El pazo fue un regalo y me gasté muchísimo dinero en acondicionarlo y restaurarlo después de que se incendiara”. Y mientras la nieta presumía de casa veraniega en las revistas del corazón, su madre ya advertía que las cosas se iban a poner difíciles.
El PP tiene en sus manos las llaves del pazo, pues los populares son los únicos que podrían obligar a los nietos de Franco a hacer algo respecto al Pazo de Meirás
El Gobierno gallego llegada la hora de la llamada “Transicion” llegó a formalizar un convenio con la familia Franco con la obligación de abrirlo al público un mínimo de cuatro días al mes teniendo en cuenta su declaración como BICde interés cultural.
A pesar de ello continuaron los abusos e incumplimientos por parte de los herederos de Franco, y la Xunta llegó a iniciar un expediente en marzo de 2017 tras constatarse que el teléfono habilitado para gestionar las solicitudes de visitas no estaba operativo.
Galicia decidió arrancar el proceso de recuperación del Pazo de Meirás en el año 2017. El Parlamento gallego impulsó una comisión de expertos, constituida en noviembre de ese año, para investigar esta posibilidad, presidida por el profesor Xosé Manoel Núñez Seixas y formada por 11 miembros del mundo académico, jurídico y patrimonial. Posteriormente, la Diputación da Coruña encargó un informe jurídico con el mismo fin.Demasiado tarde.
Los participantes en estos grupos de investigación empujaron los trabajos de la Abogacía del Estado: que hubo una “venta simulada” de Meiras a Francisco Franco, lo que avala la “nulidad” de este contrato, y que el Pazo había sido utilizado como sede de la Jefatura del Gobierno durante mucho tiempo.
Asimismo, la Cámara gallega llegó a pedir hasta en dos ocasiones por unanimidad, una en julio de 2018 y la segunda el pasado mes de junio, para instar a la Xunta a reclamar al Gobierno del Estado que inicie “de manera urgente” las acciones legales “pertinentes” para la recuperación del Pazo de Meirás.
El pasado mes de octubre el Gobierno central encargó un informe jurídico sobre la situación del Pazo de Meirás para estudiar la fórmula adecuada para devolverlo a la ciudadanía, con todas las garantías, y evitando que puedan prosperar posibles reclamaciones de la familia Franco. Francis pretende vender la parte que le corresponde del Pazo a su propia empresa, la sociedad Pristina S.L. Y así el pazo es suyo.