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Asistimos cada vez con más frecuencia en nuestro país a imposiciones lingüisticas por parte de los que no se sienten parte del proyecto común que es España
Vivimos en un país rico en historia, cultura, lenguas y tradiciones. Todo ello debe respetarse, cuidarse, reforzarse y transmitirlo a nuestras generaciones futuras.
En determinadas Comunidades Autónomas conviven desde hace tiempo diferentes lenguas oficiales, reconocidas y valoradas por el resto de los españoles.
Este sentimiento general y común a la mayoría, se viene enturbiando con las actitudes de imposición en algunas autodenominadas Comunidades Históricas( como si las demas carecieran de ella).
Se dictan normas en estas Comunidades que tratan de favorecer por ejemplo que a determinados puestos de la administración se exija el conocimiento de su lengua, la que ellos consideran prioritaria, impidiendo a personas de otras Comunidades optar a esos puestos.
En otros casos se obliga a rotular en su lengua( la que ellos consideran propia) en comercios, prohibiendo de hecho usar el castellano.
Se llega a incumplir sentencias de tribunales que obligan a las administraciones a facilitar la matriculación de sus hijos en escuelas que usen la lengua materna como enseñanza vehicular. Incluso se obliga a alumnos a no utilizar el castellano en los recreos o se les niega el uso del castellano para examinarse.
La imposición en un sistema democrático es inaceptable y la igualdad de todos los españoles exige trato igual ante cualquier derecho en todo el territorio nacional.
Ante la inhibición de los poderes públicos en la defensa de estos derechos, surgen movimientos cívicos que luchan contra la imposición. Se ha realizado un manifiesto en defensa de la lengua española firmado por personas de todas las ideologías.
Este artículo es un homenaje a todos aquellos que luchan por la defensa de sus derechos en materia lingüistica. Defendamos la pluralidad cultural y de lenguas pero no utilicemos nuestra propia lengua como un arma para separar. No dejemos que los que alimentan el odio a España determinen ordenamientos que nos separan. El castellano es la lengua que nos une y nos convierte en ciudadanos iguales ante la ley.