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Con paciencia se logra la independencia
Quien crea que tenga fobia a Cataluña, se equivoca; quizás sea la Región ayer, Autonomía hoy, y seguramente Nación independiente mañana que más admiro, y donde me gustaría haber vivido.
Ignoro cuantos catalanes son nacionalistas y cuantos españoles, aunque los nacionalistas parecen más por “la bulla” que meten. Habría que hacer un referéndum para saberlo.
Una Cataluña como nación independiente de España, me es indiferente; y si es bien para todos los catalanes, me alegro por ellos. Por que no tengo ninguna duda, que, los lazos que la han unido a España durante siglos son inquebrantables, y las relaciones entre las dos naciones, gobierne quien gobierne en ellas, iban a ser de máxima cooperación y de libre tránsito de personas y mercancías entre ambas.
Las independencias han costado ríos de sangre, y la mayoría han llegado a través de revoluciones y guerras civiles cruentas. Sin embargo a Cataluña no le va a hacer falta que ningún independentista se eche al monte, ni disparar un solo tiro para conseguir la suya. Y voy a decir los motivos por los cuales creo en esa teoría.
Creo que son más de tres años los que lleva el Tribunal Constitucional dilucidando si el Estatuto de Cataluña “son galgos o podencos”
Creo que son más de tres años los que lleva el Tribunal Constitucional dilucidando si el Estatuto de Cataluña “son galgos o podencos”, y todavía no saben si es constitucional o anticonstitucional. ¡Pero tan complicado es!
Y recientemente el Parlamento Catalán aprueba una ley en la que suprime la enseñanza en el idioma oficial del país a que todavía pertenece, y se debe a sus leyes. ¿Esto que es: constitucional o inconstitucional?
Si el gobierno de 46 millones de ciudadanos, no es capaz de saber cual es la verdadera identidad de seis millones de ellos, nos encontramos ante una situación anómala, porque no se quiere o no se sabe interpretar las leyes. O se hace “la vista gorda”, o no se quiere abordar la situación a través de las leyes previstas para estas contextos. Es como “la patata caliente” que nadie la quiere atrapar para no quemarse.
Una Cataluña como nación independiente de España, me es indiferente; y si es bien para todos los catalanes, me alegro por ellos
Y naturalmente esto juega a favor de Cataluña, que “tacita a tacita” va a conseguir lo que otros pueblos no lo han conseguido; y sin pegar tiros en la nuca de nadie.