No hay caso. Las cosas son como son, y la Ley también lo es. Para todos, para todos por igual. Y sobre todo ahora que estamos inmersos en una globalización sin globo para huir de ella, para esconderse de las desidias de algunos de nuestros gobernantes.

Se ha armado una buena con la decisión municipal en Vic de no empadronar a los ilegales. El gobierno socialista de España se ha posicionado contrario al gobierno de aquella ciudad, gobernada también por socialistas catalanes, CiU y ERC (¡vaya trípode para un mástil!). Al sol del sol, desde luego. Incluso ha salido a la palestra, desde Bruselas, el aguerrido presidente ZP, el salvador de patrias sin patria, el adalid de nuestros males que no hace, sin embargo, otra cosa que empeorarlos día a día y en llevarnos a una deriva sin precedentes, advirtiendo que "no vamos a permitir que los emigrantes no tengan derecho a escuelas, a la seguridad social, como cuando nosotros éramos emigrantes". Se conoce que él nunca lo ha sido: emigrante.

Señor presidente; cuando nosotros éramos emigrantes lo hacíamos con papeles, llegábamos al país de destino y nos estaban esperando, nos hacían pasar un reconocimiento médico y si estábamos aptos nos daban nuestros papeles y nos "llevaban" al lugar de trabajo (si no lo estábamos, nos devolvían a España). Entonces empezábamos a tener derecho a los seguros sociales, donde los había, y la escolaridad llegaba cuando podía llegar (cuando se les permitía) nuestra familia. Estamos hablando de una emigración "legal", la que hemos padecido durante muchos años los españoles. Con papeles, señor ZP. Que de esto tampoco sabe mucho, a lo que se ve.

¿Quién puede afirmar categóricamente que no empadronar a un inmigrante "ilegal" es anticonstitucional o ilegal? Un ilegal es un indocumentado en el país de recepción, un sin papeles, y no se puede empadronar a alguien que legalmente no existe, ya que legalmente no debe estar en el país. Si usted y su gobierno, y otros gobiernos anteriores, no hubieran sido tan permisivos dejando entrar a ilegales libremente en España esto no estaría ocurriendo. Ustedes no sólo dejan entrar a ilegales en Canarias sino que les auxilian en alta mar, los llevan a las islas, los atienden y después los trasladan a Madrid, Valencia u otras ciudades, les dan un bocadillo y una botella de agua y los lanzan a la calle a que se busquen la vida. ¡Ese es el problema! Denunciado, dicho sea de paso, por esa UE que usted ahora preside y a la que usted no hizo caso en absoluto.

Señor presidente, yo fui ilegal hace 25 años en Canadá y no se me ha ocurrido en ningún momento inscribirme en la ciudad de Toronto, en su City Hall, como un ciudadano más, porque no lo era, me haya gustado o no (y si no me hubiera gustado siempre tenía la solución de irme de donde nadie me había llamado). Es más, se me caducó el pasaporte y en el consulado de Montreal me hicieron uno en calidad de transeunte porque no tenía residencia legal. Vivía a escondidas porque si la policía de inmigración me cogía, en una semana estaba en un avión de vuelta a casa (no podías estar en ninguna plaza en busca de trabajo como si fueras uno más, porque no lo eras).

No nos cuente historias para no dormir, señor presidente, que ya nos cuesta dormir con todo lo que está haciendo con España (esta España que ya ni existe siquiera) y con los españoles. ¿Sabe una cosa? Hoy ni aquí puedo justificar que he trabajado ilegalmente en Canadá tres años para cubrir lo que me queda para tener derecho a la subvención de mayores de 52 años. De modo que películas, las precisas, señor presidente.

Y le aconsejo otra cosa, ahora que es "presidente" de Europa (como si sólo usted en la historia de España y del mundo hubiera conseguido ese logro): no siga amenazando, y señalando con el dedo a Alemania porque se haya reido de usted cuando amenazó con "sancionar" a los que no hagan los deberes bien hechos. Ellos simplemente le han pedido que les explicara cómo hacerlo, ya que su curriculum, a la vista de cómo nos tiene a nosotros (recuerde, o piense, que de cada 10 europeos que van al paro, siete son españoles), les deja a ellos mucho que desear respecto a sus medidas económicas. Claro, como usted aprendió economía en un par de tardes...