Desde muchos siglos atrás se estableció un escenario sistemático para los seres humanos, en el cual se han determinado facetas que en su momento han sido objeto de reflexión. El mundo antiguo estableció que todo hombre poseía dos estadios uno era ser un hombre libre, ya sea por nacimiento o por mandato de un tercero; y el otro estadio era ser esclavo por nacimiento o por perder el estatus de libre. La razón determina etapas y establece condicionamientos; es así que las voluntades reunidas para dirigir los negocios de los hombres constituyeron una nueva política; determinaron que la esclavitud era para unos pocos y la libertad para muchos. Esos pocos y muchos se diferenciaban antes que nada, por la retorcida enseñanza cristiana procedente de las autoridades de ese tiempo; enseñando que Dios había elegido a algunos para la salvación y a otros para la condenación, y esto de la condenación se interpreto que solo era aplicable a aquellos seres que no poseían un grado de civilización; característica ésta que prevaleció por muchos siglos; pero aunque estemos en pleno siglo 21 quien no esté acorde a los lineamientos del orden democrático no es apto para ejercer la libertad o igualdad.  

Se dice que libertad e igualdad son derechos. La verdad es que la libertad es un estadio inquebrantable que solo cesa al acaecer la muerte; ya que aunque se esté encadenado o encarcelado la libertad es un todo, a pesar que los teóricos la hayan fraccionado; pero el no poder salir, moverse libremente o fijar planes a futuro, no es en si un condicionamiento para aquel que está en esa etapa; pues este individuo puede en su interior fortalecerse y generar energías que mantendrán su libertad intacta.

La igualdad está delimitada por la misma naturaleza, ya que hay individuos poseedores de rasgos, características, fuerzas, y aptitudes que los colocan en diferentes facetas de la vida. La igualdad también es un estadio pero con mayor prontitud a quebrantarse y con lentitud a restablecerse.  

La igualdad también es un estadio pero con mayor prontitud a quebrantarse y con lentitud a restablecerse

Quienes gobiernan el mundo han escrito numerosas páginas acerca de la libertad e igualdad; se han enfocado en sucesos notorios que han servido de ejemplo para no repetir bestialidades y errores; solamente que el actuar de estas autoridades está condicionado a destruir la libertad e igualdad de aquellos que han determinado seguir sus propias libertades e igualdades que han cosechado de siglos atrás y resisten aceptar la libertad e igualdad del presente tiempo. El concepto mundial de libertad e igualdad inicia con una frase: TODOS SOMOS LIBRES E IGUALES, frase esta que tiene un sentido general pero que en la realidad provoca injusticias.

Recordar ejemplos de lo último redactado sería inútil, son demasiadas injusticias la que acaecen a diario; pero lo que si es necesario traer a cuenta es la ignorancia de cada uno de nosotros en lo referente a la libertad e igualdad de los demás; ya que es una verdad absoluta que cuando poseemos facultades de poder, tenemos la capacidad de resolver esas injusticias y colocar en su lugar lo establecido por la justicia.