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Por Begoña Serra
En las últimas décadas, el mercado laboral ha vivido grandes cambios que suponen un reto para los actuales directivos que tienen que capacitarse en nuevas habilidades si quieren liderar equipos de alta productividad.
La crisis económica, la globalización, la democratización del empleo, una mayor competitividad y el auge de las nuevas tecnologías han traído consigo un cambio de paradigma en los estilos de liderazgo ya que los directivos tienen que desarrollar nuevas habilidades, tanto personales como emocionales, que les permita dirigir con eficacia a sus equipos para adaptarse a un mercado fluctuante.
Si hasta hace unos años, lo habitual en las organizaciones era la relación jefe-trabajador con una estructura vertical basada en el poder y en el premio y castigo, en la que el jefe ordenaba y distribuía las tareas y los trabajadores ejecutaban lo que se les mandaba sin capacidad de opinión pues el «jefe siempre tiene la razón», actualmente, este modelo se está quedando obsoleto y cada vez son más las organizaciones que están apostando por un liderazgo horizontal en el que el directivo es un guía y referente para su equipo y los trabajadores ganan en autonomía y responsabilidad.
Cohesión, motivación, salario emocional, autonomía, creatividad, trabajo en equipo son aspectos que están cobrando fuerza en las organizaciones fruto de este cambio de liderazgo.
¿Qué habilidades tiene que tener el nuevo líder?
Como ya he dicho, el nuevo líder es un guía y un referente para su equipo, alguien con el suficiente carisma para inspirar y motivar a las distintas personas que lo integran, potenciando sus talentos y habilidades. Una persona con una buena autoestima, con confianza en si misma y con la suficiente madurez emocional para encontrar el equilibrio entre la autoridad y la confianza.
Grandes coaches internacionales, como Simon Sinek, Todd Davis y Bob Charman, ponen el foco en las relaciones personales y en la importancia de que éstas sean de calidad para el buen funcionamiento de la organización.
Simon Sinek afirma que un «Un equipo no es un grupo de personas que trabajan juntas. Un equipo es un grupo de personas que confían entre sí».
El líder es la persona capaz de generar el ambiente propicio para que surja esa confianza, haciendo que todos las personas de su equipo se sientan reconocidas, valiosas y partícipes del proyecto empresarial, lo que garantiza su lealtad y compromiso tanto con el equipo del que forman parte como de la propia organización.
Para ello, el líder tiene que capacitarse en las siguientes habilidades:
Si bien es cierto que a simple vista parece ser una lista interminable y difícil de alcanzar, la clave de un liderazgo efectivo está en el autoconocimiento y la gestión emocional.
¿Cómo se lidera un equipo de alta productividad?
Liderar un equipo de alta productividad se consigue desde un liderazgo efectivo; es decir desde un liderazgo profesional sustentado en un auténtico liderazgo personal.
Sólo aquella persona que es capaz de autoliderarse, será capaz de liderar de manera eficaz a su equipo.
Para liderar un equipo de alta productividad, se tiene que haber alcanzado un alto nivel de liderazgo personal y de madurez emocional que permita al directivo ser cercano sin perder su autoridad, con una sólida escala de valores que rijan sus decisiones y acciones y un interés real por las personas que integran su equipo.
Conseguir un equipo de alta productividad implica:
Un equipo de alta productividad está formado por personas con un gran talento, leales y comprometidas con los objetivos y valores de la organización.
Un equipo de alta productividad con este nivel de implicación y de compromiso no se consigue de un día para otro, sino que es fruto de las decisiones y acciones de cada día, de lo que se hace, se dice y no se dice, de la calidad de las relaciones personales, de la confianza que se establezca entre las personas que lo integran, de las sinergias, del respeto mutuo e incluso diría de la admiración que se tengan. Evidentemente, el conocimiento específico del sector y la profesionalidad también son aspectos importantes, pero el factor humano es esencial porque no olvidemos que quienes hacen que la organización funcione y prospere día a día son las personas que la componen.
Fuente: https://www.emprendices.co/liderar-un-equipo-de-alta-productividad/