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Por fin comienza la Liga
La Liga es sueño, terrenal, rutinario, real, un sueño de andar por casa que premia la constancia y castiga la desidia, un sueño admirado y perseguido porque todos lo sentimos más cercano que otras competiciones más siderales, más elevadas y más galácticas, valga el término de moda.
Un sueño que persiguen todos los equipos pero que sólo es alcanzable para unos pocos, para dos este año, Fútbol Club Barcelona y Real Madrid, y una utopia inextricable para el resto, que acabarán luchando por la tercera plaza.
El principal favorito es el club blaugrana, el equipo que mejor juega al fútbol en todo el mundo, que recurrirá a la excelencia lograda la temporada pasada y a la mano de hierro de Guardiola, huyendo de los fantasmas del pasado de Rijkaard los cuáles cayeron de la excelencia al abismo en una sola temporada.
El Real Madrid, por su parte, presenta su candidatura al título con la pegada como estandarte, luciendo un plantel estelar que nos dejará los mejores resúmenes del año pero que tendrá que demostrar que es capaz de hilvanar juego y convertir sus destellos inevitables de calidad en un flujo continuo de fútbol.
En segunda fila aparecen los candidatos a obtener plaza en competición europea, liderados por el Atlético de Madrid y Valencia, que han realizado su mejor fichaje manteniendo a sus delanteros titulares, Agüero y Forlán los atléticos y Villa los valencianistas, y perseguidos por el Villarreal, una gran incógnita tras la marcha de Pellegrini, y el Sevilla que cada día parece mejor equipo.
Después aparecen los equipos condenados a vivir en la mitad de la tabla, con algún sueño de grandeza en forma de competición europea y algún temor azuzando con la segunda división. De todos ellos el que más apetece es el Zaragoza, un grande que regresa y que vuelve a apostar por el buen juego como seña de identidad.
Por abajo, el descenso sigue siendo la espada de Damocles de los pobres y de los equipos de media clase con pretensiones pero que olvidaron sus orígenes. En principio, lucharán por evitarlo los recién ascendidos y los equipos que se despisten en la primera vuelta.
En cualquier caso, la Liga comienza, el tedio del verano desaparece y la pasión regresa. Viviremos, un año más, momentos memorables y otros para olvidar, jugadas increíbles y goles para enmarcar, entradas asesinas y gestos deportivos, odiaremos a unos para amarlos al día siguiente, y todo porque el fútbol, el de verdad, ha regresado, aunque hayamos tenido que prescindir del hecho futbolístico diferenciador más importante del fútbol actual, el holandés Robben.
Sentémonos a disfrutar, ya sea por la TDT de pago, por Canal + Liga, por el Pay per View, por la Sexta, o en el bar de la Mari, el espectáculo merece la pena.
Publicado en El Librepensador