Lleno de palabras y tecnicismo, el juez se confunde en medio de los laberintos de sus propias conclusiones, ¿Que lo hace reflexionar sobre la notoria conducta de un grupo de hombres armados que amenazan de muerte o asesinan, a lo que un niño de tres años lo concluye en una simple exclamación? "Mamá, llegaron los malos"

Si es tan simple de entender que el mal es mal y el bien bien, ¿Porque el juez insiste en su teoría sobre su doctrina del abolicionismo que intenta abolir, valga la redundancia, el código penal que imputa a los delincuentes por sus hechos delictivos? ¿Acaso lo hará por mantener una postura orgullosa sobre un tema que esta a la vista con tanta facilidad que aún un niño lo puede resumir?

¿O lo hará por otros intereses que tienen que ver más bien con la corrupción de jueces y fiscales que hacen del delito una fuente de ingresos importantes? Es sabido que los delincuentes comunes no tienen futuro, son víctimas a la vez que victimarios, pero no de una sociedad esquizofrenica como la calificó una vez la jueza de la corte suprema Cármen Argibay ya fallecida. Los delincuentes son víctimas del aparato de justicia que los deja sueltos para delinquir y asesinar y luego exprimirles hasta el último centavo de todo lo robado por medio de abogados caranchos y fiscales corruptos. Son víctimas de los grandes narcos, de los abogados, de las balas de la policía, de otros delincuentes por guerras internas, y por último de algún civil armado que en defensa de su familia o de él mismo, termina matando al delincuente.

La solución de un estado en manos de incompetentes; es dejarlos a la buena de Dios, y que sea la ciudadanía quien lidie con una situación enfermiza producto de años de abandono en temas sociales. Claro que la solución no es la mano dura como muchos pretenden, pero tampoco el otro extremo donde la delincuencia asesina a su antojo y todo se resume explicando que la gente honesta y trabajadora son los responsables.    

¿Es necesaria tanta doctrina y extensos códigos y leyes para entender lo que en la mente de un niño de tres años es tan sencillo de ver? El malo es malo mientras empuñe un arma para robar o asesinar, el día que se decida a empuñar una herramienta, un libro, un instrumento musical o la mano de un niño para ayudarle a cruzar la calle, dejará de ser "el malo". 

El estigma se lo crean ellos mismos, no es la sociedad la que los estigmatiza, el niño no sabe de estigmas. Pero el arma en la mano, la violencia y esa actitud delictiva de los delincuentes hablan por si mismas de modo que quien los califica no necesita nada más para definir: "Los malos están acá".

Solo las malas intenciones hacen que lo simple se haga confuso. en un país donde desde hace décadas se sufre violencia extrema y quienes tienen el trabajo de buscar la solución se lavan las manos con criterios abstractos que no conducen a ninguna parte. 

   Carlos Polleé