Dentro de los asesinos de tu éxito además de los anteriormente mencionados están:

Encariñarte con la piedra

No es lo que suceda, cualquiera puede tropezar, lo que te hace diferente es si te quedas llorando en el suelo o si te levantas y sigues hacia delante con nuevas fuerzas.

Buscar culpables

Cuando le echas la culpa de lo que te pasa a otra persona puede que te sientas bien, pero esto no resuelve el problema ni te saca de la situación en la que estas.

“Las culpas y los culpables nunca han resuelto un problema. Dedícate a buscar soluciones.” Anónimo 

La impuntualidad

“El dijo a las 5, pero es a las 6 porque siempre llega tarde”. Seguro que conoces personas de las que se sacan conclusiones como estas, sin embargo, en la vida real no esperan por los impuntuales, ni mucho menos se toman en cuenta los que llegan tarde para asignarles ocupaciones que requieran responsabilidad.

“La impuntualidad es una falta de respeto, no de tiempo.” (L. Brunschvig)

 La pereza

“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.” Proverbios (13:4)

Cuando te aferras a tu almohada en busca de esos cinco minutos más, cuando deseas ser un gran comerciante o un buen profesional pero no haces nada para lograrlo estás dejando que la pereza asesine tus deseos de ser una persona de éxito.

No arriesgar

El temor a arriesgar mata tus posibilidades de triunfar, imagina que Thomas Alva Edison al ver que su primera bombilla no funcionó decidiera abandonar su idea, hoy no fuera el reconocido personaje que es. De esa misma manera, cuando el temor te invade y decides no arriesgar estás matando toda posibilidad de subir a la cumbre del éxito.

“Vive la vida sin arriesgar y pronto verás el techo de tu casa en la cabeza derrumbar.”  Gabriel G. Van Kemenade

El verdadero sicario de tu éxito

Existe un solo sicario que mata las posibilidades de llegar al éxito, lo peor de todo es que trabaja, piensa y estudia contigo, te acompaña a donde quiera que vayas y si te miras en un espejo lo vas a ver… Eres tú y nadie más que tú, porque te permites dar excusas, dejas todo para mañana, permites que la indecisión te asalte, te quejas, buscas culpables, no arriesgas ni te enfocas en buscar soluciones.

“Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.” Lao Tse