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La rivalidad entre la capital de España y la ciudad mas potente ecoómicamente y mas abierta de cara Europa, es ya Historia. Los catalanes pierden el vuelo
La frase no es un referente casual, Barcelona pierde el vuelo. Sus políticos, los locales, la alcaldesa Colau y los autonómicos el presidente Pere Aragonés, se han opuesto de plano a la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas, haciendo el juego a los alcaldes de la zona, que con visión restrictiva, no quieren admitir el inmenso beneficio que supondria para el territorio la ampliación, y covertir el Aeropuerto en un "hub" de vuelos transcontinentales.
Entre la visión resttrictiva de los podemistas y los comunes, sumada a ecologistas, excesivamente radicales, pueden echar al traste la millonaria inversión de AENA que ayudaría a un repunte económico de Barcelona, bastante fustigada con la crisis del covid, y por las restricciones contra el turismo emanadas del consistorio.
Decir que la ampliación del aeropuerto, es política del pasado, supone una estrechez de miras excesivamente partidista, pero no novedosa por parte de Ada Colau, que, en su momento dudó incluso de la importancia de Moble Congres.
El empresariado catalán clama al cielo....al cielo lleno de aviones que aumenten el trafico entre Barcelona y el Mundo. Uno, que aún confia en el seny de los barceloneses, pese a vivir en Madrid, está convencido, que al final los dos Gobiernos, el de España y el de la Generalitat llegarán a un pacto. Pero, por favor, no esperen mucho, las inversiones de Aena pueden mirar a otra parte. A los negacionistas del progreso, siempre les quedará pasear por los humerales de La Ricarda, y explicar que gracias a su presión, Barcelna perdió el Avión del Futuro