Eran las 8 de la tarde cuando el hombre más rápido del mundo, Usain Bolt, saltaba al terreno de juego del coliseo blanco para, entre gestos divertidos, hacer el saque de honor del encuentro que habría la Liga BBVA 09/10. En el aforo, completo a reventar, se respiraba ilusión, y se esperaba ansiosamente que el balón comenzara a rodar, para que oficialmente diera comienzo el primer concierto de la que se espera sea una de las más hermosas orquestas que el planeta fútbol haya conocido, la representada por el nuevo proyecto de Florentino Pérez.

No tardó en llegar la primera ocasión, con un pase en profundidad de Lass hacia Kaká, que entraba en área deportivista como cuchillo en mantequilla, para finalmente cruzar por bajo el balón, que pasó a unos centímetros del segundo palo. Tras unos minutos de tanteo, el Madrid parecía hacerse con la manija del partido, y soltó algún disparo lejano que parecía hacer las veces de tambores de guerra anunciadores de lo que, parecía, podría llegar de un momento a otro. Y así, en el minuto 27, Kaká da un pase interior (caño incluído a uno de los defensores) que recibe Benzemá, para que éste dispare al palo y para que, el siempre atento Raúl, acabara la jugada empujando el balón al fondo de la red. Raúl, siempre Raúl.

No tardó en llegar la respuesta del Depor, pues a la media hora de partido Riki batía a Casillas tras cabecear un balón colgado al borde del área pequeña, mientras los defensas blancos y Casillas miraban la acción del delantero blanquiazul. "Esto no está en el guión", debieron pensar muchos de los seguidores blancos que esperaban una victoria cómoda de su Madrid. Aunque la alegría no tardó mucho en volver a Chamartín, ya que cuatro minutos después el inconmensurable Lass, haciendo lo que normalmente más se espera de otros, servía otro balón interior que recibió Raúl para que éste, al driblar a Aranzubía, fuera derribado claramente por el portero del Depor. Pena máxima señalada por el árbitro, que se encargó de ejecutar con triunfo C. Ronaldo, de fuerte y colocado disparo a la derecha del meta. 2-1, y al descanso.

Y ya se sabe: quién perdona termina perdiendo, más si el que quien perdona tiene enfrente un equipo como este Madrid, que hace gala de una pegada descomunal

El madrid salío del vestuario con la torrija encima, algo que aprovechó Valerón cuando sólo se llevaba disputado un minuto de la segunda parte, al recibir completamente solo un balón al borde del área madridista, que le sirvió para colocar el balón magistralmente al poste derecho de la portería de Casillas. Empate a dos.

Total, que el Madrid espabiló y se vino arriba. El equipo blanco, pese a llevar la iniciativa a lo largo de todo el partido, sólo parecía jugar con fluidez por momentos. Además, el Depor rozó el 2-3 tras rematar fallidamente Valerón un pase cuando se encontraba solo ante Casillas. Y ya se sabe: quién perdona termina perdiendo, más si el que quien perdona tiene enfrente un equipo como este Madrid, que hace gala de una pegada descomunal. Así que, tras unos minutos de asedio moderado sobre el área deportivista, otra vez Lass conseguía hacer daño, esta vez tras recibir la pelota cerca del borde central del área, regatear a un deportivista y mandar de tiro lejano, y por bajo, el esférico al fondo de la portería del Depor. 3-2. Y a partir de aquí, monólogo del Madrid, que tuvo el 4-2 en varias ocasiones que finalmente no pudo materializar. Y al final, algún tímido acercamiento del Depor que hizo aparecer algún que otro fantasma entre el respetable. Así que, cosas por mejorar en el Real Madrid, sobre todo en el terreno defensivo. Pero sobre todo, había que empezar ganando, y los primeros tres puntos ligueros ya los tiene en el saco.