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Consejos para iniciar cada día con mucho sentido del humor después de un descanso feliz
Algunas personas inician el día con cierta negatividad cuando en realidad, es muy agradable dar la bienvenida a un nuevo día de vida. Si habitualmente te levantas de mal humor reflexiona sobre qué haces antes de acostarte. ¿Te acuestas tarde y duermes poco? ¿Disfrutas de una cena copiosa o ligera? Es decir, ten presente que todos los hábitos previos al sueño también influyen en cómo te sientes a la mañana siguiente. Por tanto, intenta acostarte temprano, en torno a las 11. Además, disfruta de una cena ligera y espera a que pasen dos horas hasta irte a dormir ya que de este modo habrás hecho la digestión. Y no te vayas a la cama enfadado con tu pareja porque esto condiciona tu ánimo de forma negativa.
Para madrugar con sentido del humor, intenta poner un sonido en tu teléfono móvil que te transmita buena energía al inicio del día. La noche anterior, baja la persiana de la habitación pero deja alguna rendija abierta para que a la mañana siguiente entre la luz natural, y de este modo, te irás despertando poco a poco.
Cuida el poder de las sensaciones. Pocas sensaciones hay tan agradables como la de tumbarte en la cama y sentir la textura y el aroma de las sábanas limpias rozando tu piel. Además, de un modo positivo, observa las bondades del otoño en cuanto a descanso se refiere. Mientras que el calor afecta a la calidad del sueño, por el contrario, las temperaturas del otoño que te permiten dormir al abrigo de una buena manta son mucho más apetecibles para tener dulces sueños.
Intenta levantarte diez minutos antes de lo habitual. Estos diez minutos, bien aprovechados, te permiten disfrutar con tranquilidad del desayuno, por ejemplo. Realiza algunos preparativos el día anterior. Por ejemplo, elige la ropa de oficina y cuélgala en una percha para ponértela. Puedes consultar el tiempo del día para así elegir un look acorde a ese momento. Deja preparado también tu maletín de oficina y tu almuerzo. De este modo, te despiertas con menor sensación de estrés, así no estás tan condicionado por todo aquello que tienes pendiente de hacer.
De vez en cuando, también puedes darte el capricho de convertir en especial el inicio de la jornada al quedar a desayunar con amigos. De este modo, el desayuno adquiere cierto carácter festivo.