El Tribunal Supremo de Malaui ha autorizado finalmente que Madonna adopte otro niño de este país, después de que un tribunal de primera instancia lo rechazara por no ser la cantante residente en el país africano.

Madonna Viajó el pasado marzo a este país africano con intención de adoptar a una niña, Mercy James, de tres años. Sin embargo, la justicia decidió rechazar la solicitud de la cantante, que ya tiene un niño de este país, David.

El Tribunal de Lilongwe argumentó entonces que la pequeña Mercy no viviría en condiciones de pobreza en Malaui, y que además el hecho de saltarse la ley y permitir la adopción sin que Madonna fuera residente en el país podría propiciar el tráfico de menores.

Según la legislación malaui, lo extranjeros que desean adoptar un niño deben estar censados en el país durante al menos 18 meses, lo que no es el caso de Madonna.

La cantante presentó un recurso contra la decisión del tribunal de primera instancia, y ahora la justicia le da la razón, y admite que ese juzgado cometió un error al rechazar la solicitud de adopción de Madonna.

El jefe de justicia ha argumentado la decisión explicando que Madonna ha demostrado gran interés en ayudar a los huérfanos de Malaui, y que la pequeña Mercy James tendrá una vida mejor al lado de la estrella.

Madonna tiene los medios económicos para ocuparse de otro niño, "en consecuencia, autorizamos la adopción de Mercy", ha declado el juez Lovemore Munro en una audiencia en la que la cantante no ha estado presente.

Mercy vivía hasta ahora en un orfanato en Blantyre. Su madre murió poco después de que ella naciera. Madonna ya había adoptado antes a David Banda —huérfano también de madre— en Malawi, y tiene además dos hijos propios, Rocco, de ocho años, fruto de su matrimonio con su ex pareja Guy Ritchie; y Lourdes, de 12 años, de una relación anterior con su preparador físico Carlos León.