Aunque en 2014 el director vasco Borja Cobeaga se ha convertido en el guionista más taquillero de la historia en España (es el reponsable del guión de '8 apellidos vascos' de Emilio Martínez Lázaro) y ha rodado su tercer largometraje como director ('Negociador', que se verá en el 62º Festival de Cine de San Sebastián), no ha renunciado a sus orígenes y continúa recorriendo el mundo de festivales de cortos con su última película en formato corto 'Democracia', una satírica historia sobre la democracia y las dudosas maniobras empleadas por las grandes empresas para obtener el máximo rendimiento de sus trabajadores.

Uno De los signos de identidad de Borja Cobeaga es la comedia absurda y 'Democracia' está lleno de ella. El corto nos cuenta como el jefe de una gran empresa propone un loco sorteo entre sus empleados para mantener alto el espíritu de equipo, aunque este sorteo presentado de forma tan inocente tendrá resultados catastróficos para el ganador. Aquí, Cobeaga juega con nosotros al comenzar la narración inmediatamente después de que una información clave para entender la historia de una forma u otra sea dada en la ficción. El director lo oculta sin esfuerzo y con cautela para dejarlo caer de forma reveladora y convirtiendo a la película en una hilarante reflexión sobre el comportamiento humano a la hora de evolucionar a un nivel profesional.

Dos actores de lujo como Óscar Ladoire (¡por favor, dejen de desaprovecharlo en cine!) y Luis Bermejo, dan vida a las dos caras de la historia: un jefe que quiere motivar a sus empleados para sacar lo mejor de ellos y el empleado que haría cualquier cosa para subir peldaños en su carrera profesional. Dos personajes que nos muestran la parte más sucia de la democracia (si es que ésta existe realmente) y de como los seres humanos están dispuestos a manipular, ser manipulados y humillarse para llegar a conseguir lo que quieren. Aunque las técnicas para conseguir sus metas no siempre pueden funcionar...

• Crítica publicada previamente en Cineuorpa Shorts