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Mariano Rajoy, ¿me voy?

18/01/2010 23:50 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Las voces emergen como un eco. Aún recuerdo las lágrimas en el balcón de la Calle Génova. Aún remueven mis tripas tu traición. Nos engañaste. ¿Y ahora qué? Soraya

Mariano Rajoy. ¿Quién es él? ¿Quién fue? De aquel gallego inquietante que portaba gafas de pasta gruesa, poco queda. Educación ¿Qué es? ¿Para qué? Brey. Bostezo y me siento en mi sofá. Un sonido intrigante resuena en el pasillo de mi hogar: la televisión; esa enemiga sin par. Hola, ¿hay alguien ahí? Son ya cuatro los millones de parados y el único que jadea es un periodista en las mañanas de EsRadio. Paro. Zapatero ocupa ahora el cargo de “presidente de la Unión Europea”; no, no estoy fumado. Que yo no fumo, señores.

Mariano Rajoy. Un gallo sin corral rodeado de gallinas; impotente truhán objetor de la acción, productor de agallas en el roble popular, sin más. ¿No me digas? Que sí, que sí, que José Luis es Presidente del Gobierno. ¿Ruina? Mariano se rasca la barba y atusa sus canosos cabellos. Mariano se imagina asido de los brazos por tres compañeros en plena trifulca parlamentaria. ¡Sujétenme! ¡Sujétenme, que me pierdo! ¡Que no soy dueño de mis actos! Brey, ¡anda ya!

La realidad es distinta. Aparecemos nosotros. Cada vez somos más. De debajo de las piedras surge la disidencia, los patriotas, los demócratas; quienes padecen la insidia y la miseria moral, económica y política que sus señorías han provocado en las carnes. ¿España? Feijoo. Otro que tal baila. Yo no hablo gallego, hablo español. ¿Acaso no le gusta a usted? ¿Qué coño habla Mariano? Boquerón.

Las voces emergen como un eco. Aún recuerdo las lágrimas en el balcón de la Calle Génova. Aún remueven mis tripas tu traición. Nos engañaste. ¿Y ahora qué? Soraya. Querida Sáenz de Santamaría, haznos un favor y márchate. Mariano no te echará. Un tonto a las tres no cesa; sino que obliga a presentar la dimisión. Eso, si puede. Con la que está cayendo y que tengamos que ser testigos del lamentable espectáculo de una portavoz insulsa que aburre hasta a las moscas. ¿Dónde está la acción? En otro tiempo, el ya heroico Aznar, por lo superviviente, habría encargado el puesto de portavoz en el congreso a un tío o a una tía con metralla en la lengua y acero en el estómago. Querida Soraya. No me caes mal; pero estarías mejor ocupando otro puesto por cortesía, que tampoco por mérito.

En otro tiempo, el ya heroico Aznar, por lo superviviente, habría encargado el puesto de portavoz en el congreso a un tío o a una tía con metralla en la lengua y acero en el estómago

Trolebús. ¿Más ecos? Todavía recuerdo mi soledad en Facebook, cuando hace más de un año ya le decía a Mariano: “vete”. Pero, ¡cómo osas! Me increpaban algunos “amigos” en la red. “Gente como tú, lo único que hace es dar oxígeno a los socialistas, el verdadero enemigo a batir”. ¡Ja! ¿Y ahora qué? ¿Alguna novedad mis militantes? Os veo tan hermosos en vuestras fotos. Me he quedado con las caras sonrientes de tantos populares mientras daban pedaladas en las estúpidas bicicletas estáticas que se montaron con ocasión de la “Convención de Barcelona”. Sí, queridos, otros ganaron el Tour o, al menos, la Vuelta a España, porque lucharon a fuerza de riñón en las más pésimas condiciones atmosféricas. Allí estábamos nosotros, aplaudiendo, calados, muertos de frío, pero otorgando forma al grito con nuestro aliento. Así se logró.

Mariano. Tú y los tuyos sois la verdadera causa de lo que está ocurriendo en España. Porque una oposición inactiva, cobarde y desorganizada nos lleva a marchas forzadas al fin de la esperanza democrática. Democracia es crispación; que no te engañen, Mariano. De momento no has demostrado nada bueno. ¿Principios y valores? 2010; treinta y cinco años aguardando el establecimiento de un verdadero sistema liberal y democrático en España.

PP, lo que fue. Yo milité, como muchos de mis contemporáneos, porque albergaba la ilusión de que mi partido cambiaría la vida política de mi Nación. “Centro reformista”, lo bautizaron. Quién nos iba a decir que llegaríamos al grado de lo que hoy estamos padeciendo. A algunos se les hincha la boca cuando hablan de los cinco millones de puestos de trabajo que se crearon en tiempos del gobierno de José María Aznar. Yo les digo: de nada sirven ya tras la hecatombe socialista de Zapatero. ¿Qué es lo que más nos duele? La traición y el silencio de los nuestros. Su falta de transparencia. Rajoy, no esperes a mañana; mejor, vete hoy. Tomamos nota. Internet es nuestro taquígrafo. Sin más preámbulos, Mariano, dimisión.

Paco Bono

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Paco Bono (52 noticias)
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Opinión
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