¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Dysart escriba una noticia?
Detrás de la barra, en las estanterías no hay licores, sino toda una variada y colorida exposición de herramientas eróticas
JAVIER DYSART
La verdad es que la noticia no me revolucionó el pasmo. Creo que la imaginación ni se alteró. En esta vida, como todo es posible, hay que estar bien amurallado. Esto pensé cuando leí el titular: 'Love Joule' ('Julio de amor'). Se trata del nombre de un bar de Tokio, situado en el barrio de Shibuya, destinado a la masturbación femenina. Según la promotora de la iniciativa, primera que se implanta en Japón, una de las finalidades del novedoso local es saciar las necesidades que tienen las mujeres niponas de afrontar un tema estigmatizado en el país asiático.
La propietaria del negocio, Megumi Nakagawa, que intenta convertirse en abanderada del feminismo en Tokio, quiere acabar con la creencia de muchas personas de que la masturbación femenina sea algo así como ‘un misterio o un tabú’. Ella dice que el 'Love Joule' es un bar convencional. Detrás de la barra, en las estanterías no hay licores, sino toda una variada y colorida exposición de consoladores, vibradores y resto de herramientas eróticas. Una vez que las clientas toman asiento, “disfrutan de un lugar agradable en el que pueden discutir abiertamente sobre la masturbación y sobre otros temas relacionados con el placer sexual”, dice Megumi.
Es realmente sorprendente. La imaginativa empresarial no tiene límites. Es sabido que en los negocios eróticos existen cabinas de observación y masturbación para hombres, pero de ahí a montar un ‘pub’ sin copeo para que las féminas disfruten del auto orgasmo y, además, lo hagan utilizando una gran variedad de recursos eróticos que se exponen en las estanterías, no deja de ser, además de novedoso, excesivamente desmoñado. No obstante considero que, a pesar del impacto, al igual que existen cabinas para galopines, las galopinas tienen el mismo derecho a disponer de estancias adaptadas para estos usos y placeres.
La organización dotó a las participantes de varios lotes de atractivos y hermosos instrumentos eróticos para adiestrarse en el uso
Una vez leído el tema, me quedé en la anécdota. La cosa me hizo gracia y pensé que en España quizá no lleguemos a ver este tipo de locales con servicios de masturbeo femenino. O quizás sí, quién sabe. Aquí somos muy modernos y nos entusiasma copiar modas, modos y bisuterías.
Pero la sorpresa no quedó ahí. Resulta que este adormecido instinto de animar a despertar con herramientas plastificadas la libido en las féminas, se está imponiendo. Y es que no sólo es materia recomendada por avanzadas del género en algunas Comunidades, sino que como hemos podido saber, el anterior Gobierno gallego, bajo la batuta del bipartido PSOE-BNG, ya intentó adiestrar a las gallegas en la masturbación con el programa ‘Quérome: erótica femenina para mujeres’ impulsado por el Servicio Gallego de Igualdad.
Para que las discípulas de los cursos dispusieran de los recursos apropiados para ejercitar la placentera actividad y, al mismo tiempo, adquirir la práctica y habilidad suficiente de cara a la acreditación, la organización dotó a las participantes de varios lotes de atractivos y hermosos instrumentos eróticos, como consoladores, vibradores, bolas chinas, aceites de masaje y otros productos de variados diseño y tamaño. El programa, dirigido a mujeres mayores de 18 años, incluía también charlas sobre sexualidad centradas en visiones ‘heterosexistas, genitalizadas y coitocéntricas’.
Estimo que esta especialidad de satisfacción erótica nace con la persona y brotan con el tiempo. Las clases sobran.