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En 1938, Himmler decidió construir un campo de concentración junto al pequeño pueblo de Mauthausen, en la Austria recién anexionada por el Reich. Estaba cerca de Linzl
En 1938, Himmler decidió construir un campo de concentración junto al pequeño pueblo de Mauthausen, en la Austria recién anexionada por el Reich. El dirigente nazi se había fijado en las productivas canteras de granito de la zona y pretendía explotar el trabajo de los prisioneros en ellas. Las piedras deberían servir para pavimentar las calles de Viena y embellecer la cercana ciudad de Linz, situada a menos de 100 kilómetros de la localidad natal del Führer que iba ser su ciudad-capital.
El Campo de concentración de Mauthausen (desde el verano de 1938 Mauthausen-Gusen) fue un grupo de campos de concentracion nazis situados en torno a la pequeña empresa y cantera, de la población de Mauthausen en Austriia, a unos 20 km de Linz.
Al principio había un solo campo en Mauthausen, pero con el tiempo se expandió hasta convertirse en uno de los complejos decampos más grandes de la zona nazi de Europa. Aparte de los cuatro subcampos en Mauthausen y la cercana Gusen, más de 50 subcampos, localizados por toda Austria y el sur de Alemania, utilizaron a los ocupantes como esclavos. Algunos campos del complejo de Mauthause inckuian fábricas de municion , minas, fábricas de armamento y plantas de ensamblaje del avión Me 262.
En enero de 1945, los campos, dirigidos desde la oficina central en Mathausen, guardaban 85.000 prisioneros. Se desconoce el número de víctimas, aunque la mayoría de las fuentes las cifran entre 122.766 y 320.000 en todo el complejo. Los campos formaron uno de los primeros centros de concentración masivos en la Alemania nazi, y fueron los últimos en ser liberados por los Aliados o los sovieticos. Los dos principales, Mauthausen y Gusen I, fueron los dos únicos de toda Europa etiquetados como de "Grado III", lo que significaba que eran los más duros para los "Enemigos Políticos Incorregibles del Reich". A diferencia de muchos otros, que eran para todo tipo de prisioneros, Mauthausen fue utilizado para tareas de exterminio de la intelligentsu, gente ilustrada y miembros de las clases sociales altas de países 0cupados por Alemania durante la II Guerra Mundial.
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El 8 de agosto 1939 un par de, miles de prisioneros fueron transferidos delcampo de Dachau al pueblo de Mauthausen, cerca de Linz(Austria) para empezar la construcción de un nuevo campo. El lugar fue escogido por su proximidad a la red de transportes de Linz, pero también porque era un área poco poblada. Aunque oficialmente estaba controlado por el Estado alemán desde el principio, fue fundado por una compañía privada como una empresa económica. El propietario de la Wienergraben (la Marbacher-Bruch, y canteras Bettelberg), que estaba por todo Mauthausen, era una compañía DEST (acrónimo de Deutsche Erd- und Steinwerke GmbH), dirigida por OSWALD POHL, que era un oficial de alto rango de las SS- Compró las canteras desde VIENA y empezó la construcción del campo de Mauthausen. Un año después, la compañía ordenó construir el primer campo en Gusen. Elgranito extraído de las canteras había sido utilizado para pavimentar Viena, pero las autoridades nazis planearon una completa reconstrucción de las principales ciudades de Alemania, de acuerdo con los planes de Albert Speer y otros profesionales de la arquitectura nazi para la que precisaban grandes cantidades de granito.
El dinero para la construcción del campo de Mauthausen fue reunido de diversas fuentes, incluso préstamos comerciales del Dresdner Bank, del banco de Praga Escompte Bank, del fondo Reindthart (que era el dinero robado a los presos en otros campos de concentración) y de la Cruz Roja.
Mauthausen sirvió en un principio como un campo de prisioneros para criminales comunes, prostitutas y otros "Criminales Incorregibles".Pero desde el 8 de mayo 1939 se convirtió en un verdadero campo de trabajo para el encarcelamiento de prisioneros políticos incorregibles.
Mauthausen: la crueldad de los campos de concentración en Austria
El campo de concentración de Mauthausen fue uno de los pilares en el genocidio racial que instauró el III Reich. Destacó, que ya es decir, entre otros campos de exterminio, por la dureza de sus condiciones de vida. Fue un exponente de la máxima degradación de la raza humana, alcanzando cotas de vileza y maldad nunca vistas. En Mauthausen solo había una certeza: la muerte, y nu solo una duda: la forma de morir en aquel lugar. Y es que los nazis aplicaron toda su frialdad calculadora, método y eficiencia para eliminar a seres humanos inocentes de la manera más económica y efectiva posible.
A Mauthausen, como a otros campos como el de Dachau, se va a recordar algo que no debe quedar en el olvido, a rendir tributo a fallecidos y supervivientes, a explorar nuestro propio ser y a analizar de qué somos capaces como seres humanos, se va a llorar por lo que somos capaces de hacer, a constatar la maldad humana y sobre todo a aprender de nuestros errores y fortalecernos interiormente para que en el futuro no volvamos a cometer los mismos errores.Nunca mas.
Puerta de Entrada a Mauthausen
En Mauthausen o en cualquier campo de concentración, es común que grupos de personas, amigos, visitantes, familias que llegan juntos, se separen y cada uno haga la visita alejado en la medida de lo posible de otras personas, sumido en sus pensamientos y sin cruzar palabra con nadie, tragando saliva en cada barracón que se visita y tratando de imaginar los horrores que allí se vivieron.
Esta sensación se acrecienta más si se visita fuera de temporada de vacaciones, por ejemplo un fin de semana de diciembre, cuando el lager prácticamente está vacío y no se oye un alma y sobre todo, cuando el frío clima te hace imaginar lo que debieron sufrir aquellos desvalidos presos-.
Historia de Mauthausen
El Campo (Lager en alemán) de concentración de Mauthausen ya funcionaba antes de la II Guerra Mundial y mucho antes que se estableciese y se fijasen las bases del programa de exterminio de los judíos. Así, después de la anexión de Austria al III Reich, el 8 de agosto de 1938 empezaron a llegar los primeros presos, provinientes de Dachau (Baviera).
Estos primeros internos, mayoritariamente de carácter político, comenzaron trabajando para la propia construcción del lager para una empresa propiedad de las SS, la Deutsche Erd und Steinwerke GmbH de producción de materiales para obra civil.
Mauthausen
En 1942-1943, con las necesidades de mano de obra que empezaba a tener Alemania, los campos comenzaron a acoger cada vez más presos que fueron utilizados hasta la extenuación y la muerte para la carrera bélica en la que estaba inmerso el III Reich-Así pues, Mauthausen creó una serie de subcampos satélites para poder distribuir a tanta gente que ya no cabía en el principal y a medida que pasaba el tiempo, fue adquiriendo una función más administrativa y de organización de los demás campos satélites como Ebensee, Gusen o Melk entre otros.
En la segunda mitad de 1944 la presión que ejercía el ejército soviético hizo que llegaran a Mauthausen y a sus campos satélites muchas personas provenientes de otros campos de concentración que estaban más cerca del frente oriental. Este hecho se intensificó cuando el ejército soviético estaba a las puertas de Alemania en 1945. Todo esto se tradujo en las tristemente célebres Marchas de la muerte, dónde muchas personas morían en trayectos de un lugar a otro de puro cansancio. Para los que consiguieron llegar a Mauthausen el panorama fue de todo menos esperanzador: después del sufrimiento, les esperaban el hacinamiento, el hambre, enfermedades, trabajos forzosos y asesinatos.
El principal grupo de deportados de los 200.000 que se calcula pasaron por este campo de exterminio, provenían mayoritariamente de Polonia, Hungría y la Unión Soviética, aunque también hubo importantes contingentes de personas alemanas, austriacas, italianas, francesas, vascas y españolas. De esta abrumadora cifra sólo sobrevivieron aproximadamente la mitad. Los demás murieron por todos los medios imaginables: marchas de la muerte, cámaras de gas, inyección letal, desnutrición, falta de higiene, frío, baños de la muerte, o simplemente, por extenuación. Lo que impacta aún más es la locura homicida y sanguinaria en la que estaba instalado el III Reich y la administración del campo de exterminio, ya que en plena derrota y en los últimos días de funcionamiento del campo, se cometieron el 50% de los asesinatos.
En mayo de 1945 el campo fue liberado por el ejército norteamercano y una pancarta escrita en español recibió a los liberadores.
Liberación de Mauthausen
En la actualidad, en las instalaciones del antiguo campo de exterminio se han construido diversos memoriales. Otras dependencias están tal como quedaron. Varios barracones, con cabida para 300 personas se llegaron a alojar a 2.000 seres humanos. También se conservan dos de los tres hornos crematorios que existían, la cámara de gas y la consulta médica, entre otras.
Hornos Crematorios cuando fueron apagados
Mauthausen tiene otros lugares macabros como por ejemplo El muro de los paracaidistas, llamado así por los irónicos soldados de las SS. Los "paracaidistas" eran las personas que ellos empujaban al vacío desde un alto despeñadero rocoso, en una de las múltiples formas de asesinar que tenían. El otro es la Escalera de la muerte: 186 peldaños que llevaban de la cantera de piedra Graben Wiener al campo. Por sus escalones desiguales, los presos tenían que cargar y transportar pesados bloques de granito de 60g y que en ocasiones medían medio metro de altura. La imposibilidad de la tarea, hacía que muchos cayesen durante el trayecto y muchos morían aplastados por las piedras que levaban..
Muro de los paracaidistas
La cantera de Wiener Graben
Los republicanos españoles de Mauthausen
Hablar de Mauthausen en Europa, es hablar no solo del drama de los judíos, sinó también de muchos republicanos españoles, franceses o belgas.
Muchos más de 10.000 republicanos españoles fueron deportados a Mauthausen. Solo 2.500 sobrevivieron. Como a todos los presos, lo primero que les hacían a todos era privarlos de toda dignidad y orgullo. Para ello, los desnudaban, les afeitaban y les vestían igual a todos, con el uniforme a rayas azules. A los republicanos se les identificaba con un triángulo azul y con la S de Spanier. Los españoles provenían generalmente de Francia, a dónde huyeron cuando acabó la Guerra Civil española. Una vez Alemania invadió Francia, muchos de ellos, fueron capturados en su lucha contra los fascistas. Entonces, y por ser ciudadanos de España frabquista un régimen amigo de Hitler, la embajada alemana instó al gobierno español, a través de su Ministro de Asuntos Exteriores Serrano Súñer, a que les preguntaran que debían hacer con los republicanos españoles apresados. Mes y medio se esperó una respuesta que podría haber salvado a miles de seres humanos, pero la respuesta de Madrd nunca llegó a producirse y Himmler concluyó con la deportación a Mauthausen de los republicanos apresados en Francia
Inscripción conmemorativa
La dictadura española no intervino con Himmler por considerar a esas personas "rojos" y se desentendió condenandoles a una muerte casi segura a merced de las SS..
Seguramente, el español más famoso que estuvo internado fue el fotógrafo Francesc Boix, natural de Barcelona y que fue capturado en Francia a la edad de veinte años cuando luchaba con el maquis y las fuerzas francesas. Boix Fue trasladado a Mauthausen en 1940 dónde gracias a su profesión consiguio trabajo en el laboratorio fotográfico de las SS del campo lo que le permitió junto a su compañero García hacer copias de las fotos que realizaban los guardias de las SS. Luego, a través de otros presos se las ingeniaron para esconderlas.
Su arriesgada labor y la de los que colaboraron con él es sin duda sirvió de muestra de los héroes casi anónimos que nos dejaron aquellos oscuros años. Su misión con la humanidad la concluyó en los Juicios de Nüremberg dónde fue el único testigo español en declarar y dónde, gracias a su archivo fotográfico, se pudo condenar a los altos cargos nazis imputados que alegaban su desconocimiento de los campos de exterminio, como Albert Speer o Ernst Kaltenbrunner.
Unos pocos kilómetros antes de llegar al campo, se pasa por Mauthausen, un pueblo de apenas 5.000 habitantes y uno no puede menos que pensar, ¿que recordarán o sentirán los habitantes de este pequeño pueblo? Sus gentes que ahora son ancianos, ¿participarían de aquella locura homicida o procuraron no ser parte de ella? ¿Y sus hijos y nietos? ¿Con qué educación y conocimientos sobre el tema han crecido? ¿Qué se esconde tras cada habitante de Mauthausen? ¿Es posible abstraerse del funesto nombre de su lugar de residencia? Esas y otras preguntas y sus posibles respuestas, asaltan al visitante, antes de llegar a la explanada del Campo.
No sabemos qué pensarán los habitantes actuales, pero si se sabe que en el intento de evasión que hubo en el campo el 2 de febrero de 1945, la población civil tuvo que participar activamente en buscar a 500 presos que habían logrado evadirse del campo. Fue lo que se conoció como la "Cacería de conejos de Mühlviertel" (Hasenjagd). Después de la dura lucha, un triste final para muchos, y un inicio para los pocos que sobrevivieron.Mauthausen.
Carne Internacional para calentar hornos de Mauthausen
El principal grupo de deportados de los 200.000 que se calcula pasaron por este campo de exterminio, provenían mayoritariamente de Polonia, Hungría y la Unión Soviética, aunque también hubo importantes contingentes de personas alemanas, austriacas, italianas, vascas, francesas y españolas. De esta abrumadora cifra sólo sobrevivieron aproximadamente la mitad. Los demás murieron por todos los medios imaginables: marchas de la muerte, cámaras de gas, inyección letal, desnutrición, falta de higiene, frío, baños de la muerte, o simplemente, por extenuación. Lo que impacta aún más es la locura homicida y sanguinaria en la que estaba instalado el III Reich y la administración del campo de exterminio, ya que en plena derrota y en los últimos días de funcionamiento del campo, se cometieron el 50% de los asesinatos.
La dictadura española no intervino por considerar a esas personas "rojos" y los condenó a una muerte casi segura.
Seguramente, el español más famoso que estuvo internado fue el fotógrafo Francesc Boix, natural de Barcelona y que fue capturado en Francia a la edad de veinte años cuando luchaba con las fuerzas francesas. Fue trasladado a Mauthausen en 1940 dónde gracias a su profesión trabajó en el laboratorio fotográfico de las SS lo que le permitió junto a su compañero García hacer copias de las fotos que realizaban los guardias de las SS. Luego, a través de otros presos se las ingeniaron para esconderlas.
Un fotógrafo para rescatar a los herores de Mauthausen
Su arriesgada labor y la de los que colaboraron con él es sin duda otra muestra de los héroes casi anónimos que nos dejaron aquellos oscuros años. Su misión con la humanidad la concluyó en los Juicios de Nüremberg dónde fue el único testigo español en declarar y dónde, gracias a su archivo fotográfico, se pudo condenar a los altos cargos nazis imputados que alegaban su desconocimiento de los campos de exterminio, como Albert Speer o Ernst Kaltenbrunner.
Nos pocos kilómetros antes de llegar al campo, se pasa por Mauthausen, un pueblo de apenas 5.000 habitantes y uno no puede menos que pensar, ¿que recordarán o sentirán los habitantes de este pequeño pueblo? Sus gentes que ahora son ancianos, ¿participarían de aquella locura homicida o procuraron no ser parte de ella? ¿Y sus hijos y nietos? ¿Con qué educación y conocimientos sobre el tema han crecido? ¿Qué se esconde tras cada habitante de Mauthausen? ¿Es posible abstraerse del funesto nombre de su lugar de residencia? Esas y otras preguntas y sus posibles respuestas, asaltan al visitante, antes de llegar a la explanada del Campo.
En Catalunya diversos municipios ya han colocado esas piedras de la memoria. Las baldosas se colocan en el suelo para que al leerlas deba agacharse
No sabemos qué pensarán los habitantes actuales, pero si sabemos que en el intento de evasión que hubo en el campo el 2 de febrero de 1945, la población civil participó activamente en los crímenes nazis matando a 500 presos que habían logrado evadirse del campo. Fue lo que se conoció como la "Cacería de conejos de Mühlviertel" (Hasenjagd). Después de la dura lucha, un triste final para muchos, y un inicio para los pocos que sobrevivieron.
A finales de 1939, el campo de Mauthausen, con su mina de granito de Wiener-Graben, estaba saturado de prisioneros. Su número había crecido de 1.080 a finales de 1938 a 3.000. Sobre esa época empezó a construirse un nuevo campo en Gusen, a unos 4, 5 km. El nuevo (Gusen I) y su cantera Kastenhofen fueron acabados en mayo de 1940. Los primeros prisioneros fueron trasladados a los dos primeros barracones (números 7 y 8) el 17 de Abriil de 1940, mientras que el primer transporte de prisioneros (la mayoría de los campos de Dachau y Sachenhausen llegaron el 25 de mayo.
Al igual que Mauthausen, el de Gusen utilizaba a los prisioneros como esclavos en las canteras de granito, aunque también los alquilaba a negocios locales. En octubre de 1941, algunos barracones fueron separados del subcampo de Gusen con alambre de espino y se convirtieron en un Campo de Trabajo de Prisioneros de Guerra aparte. Este campo albergaba un gran número de prisioneros de guerra, la mayor parte oficiales soviéticos. En 1942, la capacidad de producción de Mauthausen y Gusen había llegado a su límite. Gusen fue ampliado para incluir al depósito central de las SS, en el que numerosos bienes robados de los territorios ocupados eran almacenados y enviados a Alemania. Las canteras y negocios locales necesitaban constante mano de obra mientras más y más alemanes se alistaban en la Wehrmacht.
Fue el 8 de agosto de 1938 que llegaron a Mauthausen los primeros trescientos prisioneros, procedentes del campo de concentración de Dachau. En su mayor parte se trataba de delincuentes comunes alemanes, aunque también figuraban entre ellos algunos presos políticos relevantes y luchadores.. Vigilados por una guarnición de ochenta SS, su primer trabajo consistió en construir las barracas de madera que servirían para su alojamiento y el de los prisioneros que irían llegando durante las siguientes semanas. Con el comienzo del nuevo año, la población de reclusos, que no paraba de crecer, con la llegada de un gran contingente vasco procedente de Asturias.Entonces se comenzó a trabajar en la cantera.
El campo fue construido, paso a paso y durante años, por los propios prisioneros, por lo que la estampa que se encontraron los primeros españoles, llegados en agosto de 1940, fue radicalmente diferente a la de quienes entraron en los albores de 1942. La alambrada electrificada que rodeaba el campo fue siendo sustituida, metro a metro, por muros de granito. Se erigieron nuevos edificios y se habilitaron campos anexos. Mauthausen no paró de crecer hasta el mismo momento en que fue liberado por las tropas norteamericanas.
Los subcampos de Mauthausen
Desde Mauthausen se gestionaría, con el paso de los años, una red de campos satélite que se extendió a lo largo y ancho de Austria e incluso parte de Alemania y Yugoslavia. Estos subcampos, conocidos como kommandos, se crearon junto a canteras, fábricas, granjas o infraestructuras en las que se requería mano de obra esclava. Contaban, generalmente, con sus barracas en las que se alojaban los prisioneros y con sistemas de seguridad similares, aunque a menor escala, que los del "campo madre". Su tamaño variaba enormemente e iba desde grandes subcampos como Gusen o Ebensee, que llegaron a alojar más reclusos que el propio campo central, hasta pequeños kommandos en los que apenas trabajaba una docena de deportados. No se conoce la cifra exacta, pero superó con creces el centenar. Localidades como Steyr, Bretstein, Gunskirchen, Floridsdorf, Linz, Melk o Viena contaron con uno o varios de estos subcampos. Cada uno de ellos estaba dotado de la correspondiente guarnición de SS dispuestos no solo a vigilar, sino también a hacer la vida imposible a los prisioneros.
Hubo dos grupos de trabajo especialmente conocidos entre los prisioneros españoles: el kommando César y el kommando Poschacher. El primero de ellos era dirigido por el kapo valenciano César Orquín y estaba formado casi exclusivamente por deportados republicanos. Orquín se ganó la confianza de los SS y, por ello, le permitieron liderar, sucesivamente, a los presos en tres subcampos. Entre mayo de 1941 y junio de 1942, César y su grupo estuvieron realizando trabajos de reparación de calles y construyendo un puente en la localidad de Vöcklabruck, a 80 kilómetros de Mauthausen. Cumplida la misión, se le destinó a Ternberg, donde pasaron algo más de dos años colaborando en las tareas de construcción de una presa. Finalmente, en diciembre de 1944, se les asignó una nueva responsabilidad en Redl Zipf, donde realizaron la perforación de túneles destinados a la fabricación de armamento. A diferencia de otros kapos, los prisioneros que tuvo a su cargo discrepan sobre la actitud de César. Para unos, fue un traidor que provocó la muerte de numerosos deportados y llegó a delatar ante los nazis a los dirigentes de la organización comunista. Otros, sin embargo, afirman que le deben la vida ya que siempre se preocupó por proteger a "sus hombres".
No existe tanta polémica sobre el kommando Poschacher, cuyos miembros eran conocidos por el resto de los españoles como "los pochacas". Este peculiar kommando fue creado en el verano de 1943. El comandante del campo llegó a un acuerdo con Anton Poschacher, dueño de una empresa familiar dedicada a la construcción y a la explotación de una pequeña cantera situada cerca del pueblo de Mauthausen. Poschacher necesitaba operarios que sustituyeran a los jóvenes austriacos que se habían marchado al frente para combatir. Los SS responsables del campo decidieron reunir, para tal fin, a los españoles más jóvenes. Entre ellos se encontraban los adolescentes que habían llegado con sus familias desde Angulema, tres años atrás. En el otoño de 1944 sus miembros accedieron a un régimen de semilibertad y fueron diseminados en diferentes lugares de trabajo, desde las granjas cercanas a Mauthausen hasta pequeñas empresas e incluso panaderías de la ciudad de Linz.
22 "piedras de la memoria", homenaje a los zamoranos de MauthausenEl Ayuntamiento colocará un cubo de piedra con una placa de latón por cada habitante que sufrió el horror del campo nazi en AustriaIcal
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zamora ha aprobado la colocación de 22 "Stolpersteine", más conocidas como "piedras de la memoria", en señal de recuerdo de los zamoranos que fueron deportados al campo de concentración de Mauthausen (Austria).
La colocación de las piedras, prevista para abril de 2020 en la plaza de Alemania, responde a la iniciativa promovida por el artista germano Günter Demnig para mantener la memoria de las víctimas del Holocausto y se inspira en la frase del Talmud "Una persona es olvidada solo cuando su nombre es olvidado". El pasado mes de mayo se ubicó en Madrid una piedra dedicada al zamorano Eufemio García, nacido en Cañizal en 1891, exiliado a Francia en 1939 y deportado en 1940 a Mauthausen, donde murió un año después.
En 20 países
La propuesta ha sido impulsada de forma conjunta por Stolpersteine-España, el Foro de la Memoria de Zamora y el Centro Isaac Campantón. Las piedras de la memoria, que pueden verse en más de 20 países, son cubos de cemento de diez centímetros de lado en cuya parte superior se graban en latón los nombres de las personas que sufrieron el Holocausto. Los cubos se colocan en las aceras, enrasados con la superficie, excepto la placa de latón, motivo por el que se denominan "Stolperstein", literalmente, "piedra de tropiezo".
Esta especie de monumento fragmentado recordará a los 22 zamoranos que sufrieron el horror de Mauthausen y Gusen. Meses atrás, el Gobierno dio un paso histórico al publicar el nombre de todas las víctimas en el Boletín Oficial del Estado.
El universo de Mauthausen con todos sus subcampos llegó a albergar en los últimos meses de la guerra a más de 80.000 prisioneros. A lo largo de sus casi siete años de existencia, pasaron por él unos 200.000 hombres, mujeres y niños de los que 120.000 fueron asesinados de todas las maneras imaginables.
Como una muestra de respeto y de memoria. Para no olvidar. Para no repetir la barbarie. El Ayuntamiento de El Vendrell se adhirio a la asociación Amical Mauthausen en el proyecto Red de memoria y prevención del fascismo. Nunca mas.
La incorporación a Amical Mauthausen es el primer paso para colocar en El Vendrell llamadas piedras de la memoria que recuerdan a los vecinos que fueron deportados a los campos de exterminio. Solo unos pocos lograron salir con vida.
El grupo de Som Poble, en la oposición, ya pidió el pasado año ese reconocimiento para las víctimas vendrellenses del nazismo. Ahora el Ayuntamiento se ha adherdo a una entidad que se fundó en 1962 por un grupo de antiguos deportados para defender sus derechos morales y dar a conocer la tragedia de los campos.
Investigaciones
Las investigaciones realizadas señalan que 15 vecinos de El Vendrell fueron deportados a los campos de Gusen y Mauthausen. El retraso en la adhesión a la asociación ha sido, según el consistorio, para intentar encontrar más nombres y poder extender el homenaje.
La incorporación a Amical Mauthausen debe llevar a organizar actos para mostrar esa realidad o conmemorar el Día Internacional del Holocausto.
También a la colocación de las piedras de la memoria junto a las que fueron en la localidad las casas de los vecinos deportados. Esas baldosas, llamadas Stolspersteine, que significa en alemán piedras para tropezar, son unas baldosas con el nombre de la persona deportada, año y fecha de la muerte o liberación y el campo en el que estuvo.
Hay unas 60.000 Stolspersteine colocadas en hasta 2.000 localidades de una veintena de países europeos que recuerdan a sus víctimas enviadas a los campos. De España se calcula que fueron 4.427 las personas asesinadas en los campos nazis de Mauthausen y de Gusen, en Austria. Pero con toda probabilidad fueron muchas más. Fueron unos 10.000 españoles los deportados a campos nazis tras la Guerra Civil.
Baldosas para tropezar
En Catalunya diversos municipios ya han colocado esas piedras de la memoria. Las baldosas se colocan en el suelo para que al leerlas deba agacharse la cabeza en señal de reconocimiento y de respeto a las víctimas.También destacan porque sobresalen del firme por lo que es fácil tropezar con ellas. Es lo que pretenden. Para alertar de los riesgos de volver a trompicar con el nazismo por lo que se debe estar alerta. Para la colocación en El Vendrell de esas piedras de la memoria sin embargo todavía no hay fecha, como explica el concejal Cristian Soriano.
Una vez aprobada la adhesión a Amical Mauthausen, no debería retrasarse el reconocimiento a las víctimas. El gobierno asegura que ha investigado en este tiempo para identificar a los vecinos de la localidad y dónde vivieron. Allí es donde deberían colocarse esas piedras y hacer pedagogía entre los jóvenes.
El Ayuntamiento de Sant Boi y la asociación Amical Mauthausen han organizado un acto de homenaje a las víctimas samboyanas del nazismo, con motivo de la conmemoración del Día Internacional en memoria de las Víctimas del Holocausto.
Durante el acto, , se descubrió una placa - réplica de la actual que está muy deteriorada- en la plaza Mercè Rodoreda, se encenderá una vela en recuerdo de las víctimas y se interpreto El cant dels ocells a violonchelo.
El texto de la placa recoge los nombres de las personas vinculadas a Sant Boi que fueron muertos o represaliados en los campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial.
Los participantes del acto
El acto contará con: Madrona Sabat, hija del concejal de Sant Boi durante la República Antoni Sabat; el presidente de la asociación Amical Mauthausen, Enric Garriga; el presidente del colectivo LGTBI Sant Boi en 'Positiu', Iván Herrador; y representantes de colectivos del pueblo gitano y de personas con enfermedades mentales
.Mathausen tuvo que vivir mil vidas y, morir mil muertes.Y uno los tristes protagnistas fue Heinrich Himmler.amigo de Franco qu esperaba encontrar las raices del nazismo no solo en Mathausen sino en comarcas europeas más alejadas. Himmler visitó DOnosti en compañía de gobernadiores civiles, jefes del Movimiento y Frente de Juventudes.En el Cub Nautico dijo que los vascos no hablaban lo que sabían.Dio un paseo por la plaza Gipuzkoa y se fue descontento.
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