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España observó este miércoles el primero de tres días de duelo nacional decretados tras el accidente del avión de Germanwings que volaba entre Barcelona y la ciudad alemana de Dusseldorf, en que murieron al menos 51 españoles.
En numerosos lugares del país, incluidos el Senado y el Congreso de los Diputados, cuyas banderas ondeaban a media asta, se guardó un minuto de silencio a mediodía en honor a los muertos en la tragedia.
"El número de víctimas españolas certificadas (...) en este momento asciende a 51", anunció el gabinete de crisis.
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, suspendió todas sus actividades para viajar a Francia, cerca del lugar donde se estrelló el A320 en los Alpes franceses.
"Queremos identificar a las víctimas, repatriarlas en las mejores condiciones posibles", afirmó, agradeciendo, al igual que la canciller Angela Merkel, la colaboración de Francia.
"Lo que ocurrió ayer por la mañana es algo que sigue siendo incomprensible para nosotros", afirmó este miércoles en una rueda de prensa en Barcelona, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr.
Spohr se mostró "seguro de que podremos averiguar lo que ha ocurrido", pero "hoy y mañana nos vamos a centrar sobre todo en cuidar de la mejor manera posible a los familiares de las víctimas".
Algunas de éstas eran latinoamericanas: entre ellas dos colombianos, así como mexicanos y argentinos.
"Ahora mismo tenemos una familia de Ciudad de México viajando hacia Fráncfort que pidió ayuda y haremos exactamente lo mismo con Caracas", dijo el consejero delegado de Germanwings, Thomas Winkelmann, al ser interrogado en la misma rueda de prensa sobre los familiares de una víctima venezolana que habrían pedido ayuda para volar a Europa.
"Los llevaremos donde quieran, a Francia o a Alemania, y también los apoyaremos financieramente", añadió el consejero delegado de la filial de bajo coste de Lufthansa, que aclaró que "tenemos víctimas de un total de 18 países".
Pero, las más numerosas procedían de Alemania, 72 según la aerolínea, y España, familiares de las cuales serán trasladadas por vuelos especiales de Lufthansa a Francia el jueves.
Dos vuelos saldrán por la mañana de Barcelona y Dusseldorf con destino a Marsella, desde donde los familiares de las víctimas serán trasladados a un centro de atención cercano al lugar del accidente, precisó Spohr.
Entre las víctimas españolas se encuentra Ariadna Falguera y su hija de corta edad, esposa de un cargo del partido independentista catalán Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, ) Lluís Juncà, así como numerosos hombres y mujeres de negocios.
- 'Muy triste, un shock' -
Entre ellos estaban Rogelio Oficialdegui, de 62 años, y Manuel Rives, de 52 años, empleados de la empresa de automoción Delphi, que volaban a Dusseldorf para una reunión a nivel europeo del comité de empresa, o Laura Altimira Barri, de 31 años, directora de proyecto de la firma textil Desigual y uno de sus colegas.
Entre los alemanes había que lamentar la muerte de 16 adolescentes que acababan de realizar un intercambio escolar de una semana cerca de Barcelona, en la pequeña localidad de Llinars del Vallès, que celebró un acto privado de homenaje en memoria de los estudiantes.
Es "muy triste, un shock", decía a la AFP Georgina Díaz, vecina del lugar, que afirmaba haber hablado solo "cuatro palabras, con el profesor sobre todo que ya lo conocía, y con los chicos del pueblo".
El miércoles por la mañana, otro grupo de adolescentes alemanes, también acogidos por familias de Llinars, tomaban un vuelo de Germanwings con destino a Hamburgo: cabizbajos, parsimoniosos y acompañados por policías y un trabajador de la Cruz Roja.
El Gran Teatro del Liceu de Barcelona ponía sus banderas a media asta, tras conocerse que dos cantantes de ópera, Oleg Bryjak y Maria Radner, que acababan de actuar en esa escena lírica, viajaban en el A320 siniestrado.
Los empleados de la ópera de Madrid, el Teatro Real, donde también había actuado el barítono y la contralto, observaban un minuto de silencio a mediodía. Y en Málaga, en el sur del país, era anulada la rueda de prensa de presentación de un anexo del Museo Ruso de San Petersburgo que abría al público este miércoles.