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La imposibilidad de vender las parcelas del estadio ha precipitado la salida de Soriano, que quedará recordado como el presidente que retuvo a Silva y Villa
Las parcelas del estadio de Mestalla se 'tragado' a Vicente Soriano que hoy ha dimitido como presidente del Valencia por "coherencia" después de no lograr la venta de los solares con los que sanear la maltrecha economía del club.
Soriano llegó a la presidencia el pasado 25 de julio y desde que entró se fijó dos objetivos: el primero retener a los 'cracks' Silva y Villa y el segundo vender las parcelas que ocupan el actual estadio del club. Soriano tuvo éxito a la hora de mantener en la plantilla a los 'jugones' a los que incluso les amplió y mejoró el contrato, pero no ha tenido tanta suerte en la venta de las parcelas.
El ya ex presidente afirmó sentirse "muy solo" en la lucha por lograr un comprador para Mestalla. A pesar de no haberlo logrado mantiene que la operación "ha estado muy cerca de cerrarse" incluso en los últimos días. "No me siento fracasado, pero me voy con una espina clavada" reconoció.
"No siento que he fracasado, pero me voy con una espina clavada"
Soriano llegó a mostrar en la junta general de accionistas de noviembre un documente que comprometía a un grupo inversor a comprar las parcelas. Sin embargo, con el paso del tiempo eso se convirtió en papel mojado y minó la credibilidad de un presidente cada vez más abatido.
Además, el pasado 4 de marzo se llevó un mazazo cuando el consejo de administración del Valencia nombre a Javier Gómez consejero delegado con lo que pasaba a ser el hombre fuerte del club en detrimento de Soriano. Éste tiró de orgullo para lograr un comprador y en un último intento la semana pasada pidió poderes al consejo de administración para cerrar una operación que finalmente se ha ido al traste.