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El gobierno mexicano inició este lunes un proceso con el que aspira a desmovilizar a los grupos de autodefensa, que surgieron hace 14 meses para enfrentar a un poderoso cártel narcotraficante de Michoacán (oeste) al que han logrado arrinconar.
El proceso de desmovilización, que debe concluir el 10 de mayo, arrancó con un registro de las armas de integrantes de los grupos de autodefensa de tres municipios de Michoacán.
El gobierno efectuará estos registros gradualmente en 28 municipios de Michoacán hasta el 10 de mayo, cuando pretende que los miembros de las autodefensas o bien se hayan incorporado a un cuerpo legal de seguridad o bien hayan regresado a sus actividades laborales anteriores.
Las autodefensas de Michoacán surgieron en febrero del año pasado en comunidades rurales que se alzaron en armas contra Los Caballeros Templarios, el cártel que por años sembró el terror en la región. El movimiento ha tratado de detener o expulsar a los narcotraficantes expandiéndose en una treintena de municipios que organizaron su propio grupo de autodefensa.
Ante la violencia en la región, el gobierno federal reforzó la seguridad en diciembre pasado totalizando 10.000 militares y policías que este año abatieron o capturaron a tres de los cuatro jefes máximos del cártel, mientras sigue la búsqueda del líder que queda en libertad: el exmaestro de primaria Servando Gómez, alias "La Tuta".
El gobierno ahora reclama a las autodefensas que le permitan ocuparse de la seguridad.
Alfredo Castillo, comisionado del presidente Enrique Peña Nieto para la seguridad de Michoacán, supervisó este lunes el inicio del registro de armas en el pueblo de Coalcomán (unos 18.000 habitantes) después de anunciar una nueva detención de un político, en este caso del alcalde de un importante puerto de Michoacán, por vínculos con Los Caballeros Templarios.
Catillo dijo a la AFP que hasta este lunes se habían contabilizado "más de 500 armas entre largas y cortas".
- "Voto de confianza" -
José Manuel Mireles, considerado uno de los principales líderes de las autodefensas de Michoacán, declaró a la AFP que no están todavía "muy contentos" con el desarme "porque faltan algunas detenciones" de integrantes poderosos de Los Caballeros Templarios.
"Pero les estamos dando un voto de confianza a las fuerzas federales", dijo Mireles tras reunirse con Castillo en Coalcomán.
Manuel Corona, autodefensa de Coalcomán, dijo que ya tenía un rifle para caza, pero con el acoso violento de narcotraficantes en los últimos años, consiguió otra arma más fuerte; "ahora vengo a registrar un rifle AR-15", expresó.
Castillo había anunciado que únicamente se retirarían a autodefensas armas de alto poder, como lanzagranadas o fusiles Barrett calibre .50, y que podrían quedarse con otras, incluidos fusiles AK-47.
El permiso que se les otorga es únicamente para la posesión del arma, pero no para portarla ni utilizarla, y en el registro se están haciendo también pruebas balísticas para conocer si las armas han sido empleadas en algún delito.
Otro vecino de Coalcomán, que pidió ser identificado sólo como Sebastián S., consideró que el "registro de armas es benéfico (...) la seguridad está mucho mejor en comparación con meses anteriores".
- Dispuestos a cambiar de camiseta -
En cuanto al reclutamiento de autodefensas -un movimiento que según sus dirigentes cuenta con unos 20.000 integrantes- Castillo señaló que hasta el momento "se ha registrado a casi mil personas" que aspiran a formar parte de un cuerpo policial regional denominado Fuerza Rural Estatal.
José Manuel Mireles dijo que, pese a sus dudas, las camisetas que usan las autodefensas a manera de uniformes, las sustituirán a partir del 10 de mayo.
"Vamos a traer una camiseta que diga Policía Rural Estatal, porque tenemos que seguir trabajando para garantizar el Estado de derecho", dijo el médico cirujano, Mireles.
El gobierno mexicano ha recalcado que después del 10 de mayo detendrá a toda persona armada en la zona.
Para distinguirse de anteriores operativos, el gobierno asegura que esta vez, además de la captura de los narcotraficantes, su objetivo es también acabar con su red de protección política y este lunes anunció la tercera captura de un alto funcionario en este mes.
Arquímides Oseguera, alcalde del municipio Lázaro Cárdenas, uno de los puertos (en el Pacífico) más importantes de México, fue detenido por su "probable relación con el líder de la organización criminal" y su "probable participación en delitos de secuestro y extorsión", informó Castillo.
Este mes también han sido detenidos el número dos del gobierno regional de Michoacán, Jesús Reyna, y Uriel Chávez, alcalde de la ciudad de Apatzingán, hasta ahora importante bastión de Los Caballeros Templarios.
El puerto de Lázaro Cárdenas (unos 180.000 habitantes) ya había sido puesto bajo control militar el pasado noviembre, luego de que se denunciara que funcionarios de esa terminal permitían la entrada de precursores químicos desde Asia.