Estas normas deben ser reguladas a fin de impedir que se produzcan perjuicios a las personas que puedan verse involucradas por el comportamiento de quienes puedan abusar de dichas tecnologías, y más aún cuando lo que se encuentra en el ojo de mira son las instituciones financieras.

Es por eso que la Unión Europea, en consenso, dictó una normativa cuya aplicación inició el 3 de enero de 2018 para regular los denominados Mercados de Instrumentos Financieros, con el propósito, entre otros, de establecer normativas que abarquen los aspectos tecnológicos de sus operaciones para brindar a los usuarios un mayor grado de protección, y generar así de ese modo una mayor confianza en las operaciones realizadas dentro del ámbito de las fronteras comunitarias.

Con el propósito, entre otros, de establecer normativas que abarquen los aspectos tecnológicos de sus operaciones para brindar a los usuarios un mayor grado de protección

La normativa comprende las potestades estatales de regulación de dichas instituciones desde su inicio, a través de las autorizaciones para su funcionamiento, hasta las potestades de supervisión y vigilancia que puedan ocasionar el cese de sus funciones si se detectan contravenciones a las legislaciones adoptadas por los países de la Comunidad.

En este sentido, se establecen normas específicas sobre el ámbito tecnológico, como por ejemplo, al regularse las negociaciones algorítmicas, en las cuales son los sistemas informáticos los que envían las órdenes para la ejecución de las operaciones, y una de las cuestiones que reviste una gran importancia es la obligación que se impone a las instituciones la obligación de llevar un registro de las conversaciones telefónicas relativas a las operaciones realizadas por cuenta propia, que deben ser grabadas, por lo cual queda enmarcada en esa regulación cualquier centralita virtual desde la cual se brinden estos servicios financieros, así como también quedarían inmersos los servicios en la nube, que pueden ser auditados, en caso que sea requerido por las autoridades.