¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Ghamm escriba una noticia?
Miguel Ángel, a los 34 años, rudo e irascible, había logrado renombre como escultor. Su Pieta era muy admirada en la Basílica de San Pedro
La Capilla Sixtina se construyo hacia 1480 como la capilla oficial privada del papa, y se supone que las dimensiones de la enorme sala corresponden a las del Templo de Salomón, esto es, 40 m. de largo, 13 de ancho y 20 de altura.
Miguel Ángel, a los 34 años, rudo e irascible, había logrado renombre como escultor. Su Pieta era muy admirada en la Basílica de San Pedro, y su monumental David era el orgullo de Florencia, su ciudad.
Cuentan algunos cronistas de la época que la idea de encomendar las pinturas de la Capilla Sixtina a Miguel Ángel le fue propuesta al papa por celosos adversarios que tenían por cierto su fracaso en la tarea, pero los historiadores mordernos rechazan esta leyenda.
Artistas como Botticelli, ya habían decorado los muros de la Capilla, y cuando Miguel Ángel comenzó su trabajo lo hizo sin ningún entusiasmo. Pero pronto, al pasar el tiempo supo ponerse a la altura de su talento.
Trabajaba a menudo hasta la noche, y permanecía por horas en incomodas posiciones para el logro ideal de sus figuras.
Tardo en ello cuatro años y medio en cubrir los 520 metros cuadrados de la bóveda Sixtina. Mientras estuvo ocupado en su labor, el papa, lo apremiaba constantemente a darse más prisa, hasta que consiguió un golpe del báculo papal por la demora.
Tardo en ello cuatro años y medio en cubrir los 520 metros cuadrados de la bóveda
Por su obra Miguel Ángel recibió honorarios por 3000 coronas de oro. Y cuando el papa dio la orden de retirar la ultima mitad del andamio, antes de que Miguel Ángel considerara concluida su obra, quedo al descubierto una composición de belleza indescriptible, una creación que revolucionó el arte de la pintura y consagro a su autor como uno de los genios creadores de su época.
Veintidós años más tarde, Miguel Ángel fue llamado de nuevo a la Capilla Sixtina. Tres papas habían reinado y muerto después de Julio II en 1513. Paulo III, el pontífice reinante, deseaba agregar un epilogo a la ya universalmente famosa bóveda, pero Miguel Ángel se excuso alegando varios contratos que tenia por cumplir.
Cinco años trabajo a solas en su andamio, de 1536 a 1541, para evocar un fantástico torbellino de imágenes, nunca superado en la fuerza de su impacto dramático.
Es una obra desolada y sombría, adecuada al transformado animo de Roma, y Miguel Ángel ya contaba con sesenta años.
Antes que su pintura estuviese terminada fue tachada de indecente, ya que el maestro había pintado muchas figuras desnudas, lo que llevo a Biagio de Casena, maestro de ceremonias del papa, a decir que el fresco era mas adecuado para una sala de baños que para la Capilla. Entonces, entre rabioso e irónico, Miguel Ángel condeno a su lerdo critico al infierno, en la esquina inferior derecha, al prestar sus facciones, adornadas con orejas de burro, al Rey Minos, quien aparece ceñido por una serpiente.