¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Oscarjournalisme escriba una noticia?
El divulgador de la labor de Félix Rodríguez de la Fuente nos atiende para hablar de su figura
¿Qué destacarías del programa el hombre y la tierra para llegar a convertirse en un programa que en la actualidad todavía es recordado?
Bueno, en mi opinión El Hombre y la Tierra es el mejor programa que se ha hecho en la televisión española, y posiblemente en la historia de varias televisiones del mundo, porque El Hombre y la Tierra se han vendido a más de ochenta países de todo el mundo. Incluso en la época del telón de acero, que no se vendía nada a los países del este, se vendía El Hombre y la Tierra a Rusia y a China, por ejemplo.
La calidad del Hombre y la Tierra deriva de la creatividad de una persona absolutamente excepcional, como divulgador de la ciencia y la naturaleza, como artista de la comunicación, por el carisma de su persona, que era entrevistado en todas las partes a las que iba. Se convirtió en el hombre más famoso de España después de Franco. Toda España quería saber como era Félix ya no sólo a nivel naturalista, sino como persona, de manera que él salía en todas las revistas, incluso en las que no tenían nada que ver con él. La voz, la creatividad artística, el conocimiento profundo de la naturaleza, una psicología brutal para acceder al corazón de las personas del pueblo llano, pero no sólo de éstos, sino de cualquier tipo de persona.
Tenía una especie de capacidad increíble de contactar con la conciencia colectiva de la sociedad española, y no sólo de ésta, si no del mundo entero.
¿Cómo definirías esa relación Félix Rodríguez de la Fuente con la sociedad?
Pues bueno, para empezar era un hombre carismático, como pudo serlo Kennedy, irradiaba una confianza absoluta en sí mismo y en todo lo que predicaba, una convicción total. Irradiaba energía, positividad, alegría de vivir, esperanza en todo lo qué se pueda hacer. Cuando él hablaba, no sólo en televisión, sino también en la radio transmitía amor, confianza en los demás, y una energía que te hacía sentirte fuerte al lado de él. Era un hombre que amaba a la gente, y sobre todo a los niños, por los que se desvivió. A mí me tocó ser un niño cuando él predicaba sus ideas, programas, conferencias, libros, enciclopedias…
¿En qué etapas diferenciarías la trayectoria profesional de Félix Rodríguez de la Fuente?
Es difícil, aunque hay un primera etapa de descubrimiento de la naturaleza en una época en la que la naturaleza sólo se conocía a través de la mirada telescópica de una escopeta, en los años treinta y cuarenta no había otra forma de descubrir la naturaleza. Felix pasó esa etapa muy rápidamente, a los diecinueve o veintiún años, no me acuerdo bien, dejó la escopeta y se dedicó a cazar con halcones, revolucionando y resucitando el arte de la cetrería, prácticamente muerto y se convirtió en el mejor cetrero del mundo.
A través de la caza equilibrada con el halcón y otros animales, se terminó de enamorar de los animales. Sobrepasó una etapa limitada, como la caza, por la contemplación, estudio y observación de la fauna y de la naturaleza sin cazar, estudiándola.
Cuando él estuvo ya integrado en esa forma de ser nueva empezó a transmitir eso, su amor por los animales. En la tercera etapa no sólo se dedicaba a estudiar todo lo dicho al fondo, sino también a defenderlo, y la cuarta sería luchar para que todo el mundo hiciera lo que él hacía, que era luchar hasta morir para defender la naturaleza, el medio ambiente y finalmente el planeta entero, que es lo que hoy en día está de moda. Pues todo eso ya lo hacía Félix en los ochenta, igual que ahora lo hace Jane Goodall, la de los chimpancés.
¿Se le podría considerar un activista?
Un activista, mira los activistas de ahora son niños de párvulos comparados con Félix y no te exagero ni un grado. Incluso el mejor activista que pueda haber en España ahora es, categóricamente, y posiblemente ellos mismos lo reconozcan se siente un niño de párvulo comparado con Félix. Nadie ha conseguido ni una milésima parte de lo que él consiguió a nivel de defensa de la naturaleza, implicar su vida entera y sacrificar su relación con su familia, por su absoluta pasión por defender el planeta.
Nadie, hoy en día, ha llegado a la mitad ni a la cuarta parte y todos lo reconocen, todos reconocen estar en deuda con Félix, su maestro. La palabra adecuada, que no la he empleado yo sólo, sino miembros reconocidos como Benigno Varillas o Joaquín Araujo dicen que Félix fue un gigante. Es un hombre a la altura de Kennedy, Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta, no te exagero nada, pero en el mundo de la naturaleza.
¿Qué directrices consideras que se llevaban a cabo para la construcción del El hombre y la tierra?
Félix tenía dos tipos de equipo. Uno era el que estaba en Pelegrina (Guadalajara) que era un plató natural, era una cárcava, un lugar cerrado, donde los animales no podían escapar, donde vivían animales salvajes que estaban en jaulas aclimatadas para ellos. Los animales salían de las jaulas y eran filmados en la naturaleza que allí había. Otros animales que eran filmados eran salvajes de ese lugar, como buitres o alimoches.
Y otro equipo filmaba lejos de allí en lugares especiales donde había mucha naturaleza, donde podían surgir escenas de animales o no surgir, podías estar muchos días sin poder filmar un solo animal, gastando dinero de Televisión Española, con la enorme presión del productor y de los directores que estaban por encima de Félix para que no se perdiera ni un minuto sin filmar animales, Felix llevaba una presión brutal, por varios lados, envidiosos de él, los productores, gente de televisión.
Esto es la primera fase, la otra es montar las escenas para convertirlo en un cuento, porque Félix era desde niño un contador de cuentos. Convertir todo eso filmado en un bonito cuento, porque cada documental tenía una gracia que no ha sido capaz de conseguir ni National Geographic, ni la BBC de Londres. La idea de convertir un documental en un cuento la inauguró Félix, antes no existía eso.
El hecho de hacer un cuento hoy en día no ha sido superado por nadie, y han pasado más de cuarenta años. Ninguna cadena de televisión, con equipos más potentes, con una técnica infinitamente superior a la de Félix han logrado contar de una manera tan atractiva el mundo de la naturaleza. Y creo que están de acuerdo conmigo, seguramente, Araujo, Benigno Varillas y un montón de gente. Porque lo que sí han logrado National Geographic, entre otros, es una técnica muy superior, con las cámaras de hoy en día se hacen milagros. Pero arrastrar una cámara que pesaba un huevo a lugares increíbles e inhóspitos. Eso era digno de gente prácticamente heroica, aquello era un sufrir. En verano un calor espantoso dentro de que son como cabañitas de tela minúsculas, pasando días enteros metidos. Recuerdo a un gran divulgador de la naturaleza famosísimo que era estadounidense que decía que no podía ser posible que un equipo español, con ese presupuesto, y prácticamente sin nada hiciese unos documentales de un nivel de calidad tan superior e internacional. Prácticamente no se lo podía creer.